El respetuoso silencio en medio del homenaje a las 22 víctimas de la tragedia de Salta 2141, se alteró este lunes cuando tras un insulto, una vecina arrojó desde lo alto una botella llena de agua que impactó en la cabeza de Miguel Ángel Pereyra, el padre de una de las víctimas del cuádruple crimen de La Plata.
Según relataron testigos, el botellazo habría provenido de un sexto piso de la torre de enfrente al sitio donde estuvo ubicado el edificio que explotó el 6 de agosto de 2013.
"La botella de medio litro de agua me dio de lleno en el cuello y la nuca", relató Pereyra a la prensa una vez finalizado el acto. El hombre tuvo que ser atendido por una ambulancia del SIES que le aplicó un inyectable y una pastilla para bajarle la presión luego de la agresión.
Apenas el objeto tocó el suelo, desde el escenario donde se desarrollaba el acto los familiares de los 22 fallecidos pidieron la asistencia sanitaria para la víctima y repudiaron el ataque.
"Es tremendo lo que estamos viviendo en todos lados y encima esto. Se trató de una agresión demencial ya que podría haberle provocado lesiones de gravedad a alguien más", se quejó Pereyra.
El hombre es habitual participante de los actos de recordación y homenaje de la explosión en Salta 2141, como manera también de pedir justicia por el crimen de su hija, que fue asesinada en el barrio La Loma de La Plata en 2011. A golpes y cuchilladas fueron atacadas Marisol Pereyra (35), Bárbara Santos (29); su madre, Susana de Barttole (63) y su hija, Micaela Yamila Galle (11).