Maltrato físico y abusos, las principales causas por las que los chicos santafesinos son dados en adopción

Únicamente en casos excepcionales como estos un juez suele quitarle a los padres originarios la custodia del menor.

tres niñas en adopción
tres niñas en adopción

La agresión física y/o verbal y los abusos son las principales causas por la que la Justicia santafesina quita a muchos padres la custodia de los hijos, quienes terminan siendo dados en adopción a través del Registro Único Provincial de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Ruaga).

El viernes pasado se conoció la noticia de que 266 familias de todo el país se habían postulado para adoptar a tres hermanitas santafesinas, un proceso que viene en franco crecimiento. Según datos oficiales aportados a Vía Rosario, en todo el 2016 hubo 49 adopciones en Santa Fe, el año pasado se registraron 102, y en lo que va de 2018 se contabilizaron 88.

"Este crecimiento fue posible porque el gobernador Lifschitz decidió encarar una reforma integral del sistema de adopción, desburocratizando, agilizando plazos y buscando comprometer a la sociedad con los casos para que la gente se entere y se sume", explicó Matías Figueroa Escauriza, secretario de Gestión Pública, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del gobierno de Santa Fe.

Claro que antes de la familia sustituta está la originaria del chico, que por alguna razón termina perdiendo. "El juez debe decretar una medida de excepción para definir que un menor no esté con sus padres originarios, y generalmente esto se da por constatados maltratos físicos o verbales, y también por casos de abusos", indicó en diálogo con Vía Rosario.

Cuando se comprueban estas situaciones, el magistrado –con asesoramiento de la Dirección de Niñez- define primero si apartan al niño de su familia, y luego si se da o no en adopción al menor. En caso de que se le busque familia sustituta, se encarga el proceso a través del Ruaga.