Organizaciones sociales y políticas protagonizaron este domingo el inicio de la marcha para conmemorar el aniversario 15 de la inundación que afectó a un tercio de la ciudad de Santa Fe y dio origen a una causa penal que hasta el momento no pudo identificar a ningún responsable político por la falta de obras previstas para evitar dicho fenómeno.
El "crimen hídrico" que dirigentes, sobrevivientes y familiares de víctimas vienen denunciando hace más de una década permanece impune e incluso se quedó recientemente sin uno de tres imputados que ocupaban cargos públicos vinculados al caso. El arquitecto Marcelo Álvarez, quien era intendente cuando desbordó el río Salado, falleció a principios de mes a raíz de un infarto severo.
Las pancartas que poblaron las calles de la capital provincial desde las 17 apuntaron a su vez contra el entonces gobernador Carlos Reutemann, a quien señalaron como "inundador" en medio de los reclamos por la falta de avances en el trámite parra condenar a los responsables políticos. En su momento el actual senador nacional había confirmado una lista de 23 víctimas fatales como resultado del ingreso del agua al casco urbano entre el 29 de abril y el 3 de mayo, aunque las organizaciones que siguieron el caso estiman que son más de 160 las personas fallecidas por consecuencias físicas y psicológicas del anegamiento.
El acto central que comenzó en la Plaza de Mayo fue convocado por la Carpa Negra y la Marcha de las Antorchas para reclamar justicia mientras sigue abierto el expediente sobre estrago culposo en los Tribunales provinciales. Las críticas también fueron dirigidas a la Corte Suprema, la cual el año pasado había rechazado la prescripción de la causa.
Las secuelas de la inundación en materia de salud e infraestructura se hicieron sentir durante meses en la ciudad de Santa Fe, donde el agua ingresó en 28 mil viviendas y en los primeros días del operativo de emergencia se habían registrado más de 1.700 personas desaparecidas.
