A más de un año y medio de la explosión del laboratorio Apolo de Alem 2900 la causa avanza muy lento. Esta mañana se imputaría al jefe de mantenimiento del establecimiento pero por problemas administrativos finalmente fue reprogramada.
Según informó el vocero de la Fiscalía, esto se debió a "dificultades en la notificación de la audiencia al imputado por parte de la Oficina de Gestión Judicial".
Por lo tanto la audiencia se reprogramó para dentro de diez días hábiles, cuando la fiscal Mariana Prunotto de la Unidad de Homicidios Culposos, en suplencia de Walter Jurado, imputará a quien cumplía al momento de la explosión de la caldera la función de jefe de mantenimiento por los delitos de estrago culposo agravado y lesiones graves culposas.
Se le reprochará ser el responsable de los daños materiales en el laboratorio y de un domicilio lindero, ubicado en pasaje Dumont 2960, y lesiones graves a cinco personas en diferentes grados.
Según las pericias, el hecho se produjo por un descuido humano, "al violar el deber de cuidado exigido para poner en funcionamiento la caldera en cuestión".
Esta mañana, ante los inconvenientes administrativos para avanzar en la causa, la víctima más afectada, un hombre que estuvo internado dos meses y pasó 24 días en coma, exigió respuestas por parte de la Justicia.
Afectado física y psicológicamente manifestó el padecimiento de su familia desde hace un año y medio. Debieron mudarse, perdió su trabajo por los problemas de salud y su obra social y no consiguen olvidar lo vivido la madrugada del lunes 27 de junio del 2016.
Después del siniestro, la empresa dejó de cumplir con los acuerdos homologados con sus acreedores y, tras varios pedidos, se la consideró insolvente. Sin embargo, procedieron a la apertura de una fábrica similar en Ramallo.
Los vecinos de Alem al 2900, denunciaron que al menos dos familias abandonaron sus casas y que ven a personas extrañas ingresar al predio del depósito y merodear la zona por lo que temen que allí se asienten delincuentes.