Adriana Abaca volvió a sufrir un atentado. Presuntos narcos a los que había denunciado balearon el frente de su casa de zona oeste, cuando llamativamente el móvil de Gendarmería que la custodia se había retirado.
Pese a que le habían asegurado la continuidad de la custodia que le querían retirar, la mujer denunció que los últimos días estuvo sin protección. Y un grupo narcocriminal de su barrio aprovechó para intimidarla.
"Fueron entre cinco y seis disparos los que se escucharon. Yo estaba con mi hijo y afortundamente nadie resultó herido", dijo a Canal 3.
Tras el hecho, dio aviso a la policía que no encontró casquillos de balas pero sí los orificios en la puerta. Un móvil de Gendarmería volvió a apostarse en el lugar.