La pareja que asesinó de dos puntazos en el cuello a un albañil santafesino este lunes trató de vender su calzado a un compañero del difunto.
"Me dijeron 'amigo te voy a hacer una pregunta'. Miraron mis borcegos y dicen 'tengo unos zapatos como esos'. Abren un bolso y resulta que eran los borcegos de Martínez", relató el trabajador desde la sala velatoria donde le daba el último adiós a Julio Martínez.
"Yo todavía no me había enterado que lo habian matado. Entonces le digo al muchacho: 'amigo no te enojes pero estoy re seco'. Inmediatamente, saca una cuchilla y me dice 'entonces dame la moto'. Yo se la di para que no me haga nada", agregó en diálogo con Aire de Santa Fe.
El obrero declaró ante la policía y la Fiscalía lo sucedido e indicó que "estaban re drogados". Según el testimonio, la mujer habría sido quien ultimó a Martínez, ya que "el chico la venía retando, diciendole que no tendría que haber echo eso".
La hipótesis del hombre es que su compañero se habría resistido al robo, forcejeó con la pareja, fue entonces cuando la joven lo apuñaló.
El obrero fue cuando se dirigía a buscar su vehículo para iniciar la jornada laboral. Los asesinos huyeron con la mochila donde la víctima llevaba su ropa de trabajo. Martínez tenía 46 años, una esposa y un hijo de 9 años.