Fue gracias a la promesa del gobernador Miguel Lifschitz de abrir una mesa de negociación entre los diferentes actores que intervienen en el conflicto que finalmente se levantó la clausura sobre la playa de camiones de la empresa Vicentín en Ricardone.
El jefe comunal de la localidad, Carlos Doria, había tomado la decisión de cerrar el predio la semana pasada tras denucniar irregulariadades como falta de higiene.
La playa de estacionamiento es estratégica en al espera de los camiones para la descarga y su uso se incrementa en épocas de cosecha gruesa. La comuna exige obras sobre la ruta A012 que se deteriora rápidamente por el paso del transporte pesado.
Además, el titular del Ejecutivo local viene presionando por el cobro de un cánon a los camiones, algo que todavía no ha podido implementar.
Por lo pronto, el llamado de Lifschitz sirvió para aflojar tensiones y la promesa de una serie de reuniones esperanza al presidente comunal que decdió quitar las fajas de clausura.