Rosario se convirtió en un horno alrededor de las 16, cuando la sensación térmica alcanzó los 40°. Pero mucho peor estuvieron los santafesinos, que para esa hora llegaron a soportar 50° de sensación.
El termómetro del Centro de Información Meteorológica (CIM) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se clavó en 49,4° en Santa Fe, lo que constituye el récord al menos en 2018.
Toda la región está incluida en un alerta amarillo por altas temperaturas y olas de calor que "pueden ser peligrosas, especialmente para los bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas", según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El insoportable calor continuaría al menos hasta el sábado, ya que recién el fin de semana llegaría algo de calma con tormentas aisladas.