La noticia tuvo como epicentro la ciudad de Córdoba, aunque la tristeza también se desató en Rosario una vez que se confirmó que la principal víctima del episodio había sufrido muerte cerebral. Con 35 años, Pablo Rielo fue recordado por amigos y compañeros de trabajo que expresaron su dolor ante el trágico desenlace de una fiesta electrónica en la provincia vecina.
Mientras los familiares se encontraban en la capital mediterránea realizando los trámites de rigor tras el fallecimiento, allegados al personal trainer publicaron mensajes de despedida en las redes sociales, donde destacaron el "corazón noble y sano" del muchacho que había sido internado el último sábado tras asistir a la disco Forja.
Si bien la investigación penal sobre el caso está dando sus primeros pasos, sus parientes descartaron que consumiera drogas en forma regular y destacaron que era una persona que se cuidaba mucho por la práctica deportiva habitual. Además de esa tarea, Pablo trabajaba en una casa de electrodomésticos, donde lo describieron como "un gran compañero" y "un súper amigo muchas veces".