A un mes del atentando en Manhattan, que dejó cinco rosarinos fallecidos al ser atropellados por una camioneta manejada por un terrorista que está a punto de ser juzgado, rompió el silencio María Alejandra Sosa, viuda de Alejandro Pagnucco, arquitecto que había viajado con sus ex compañeros del Instituto Politécnico para celebrar 30 años de promoción.
Intentado retomar la vida con sus mellizas de 10 años, María Alejandra reveló que antes de viajar, había advertido a su marido que se cuidara porque "en Nueva York están todos locos".
"Le dije que no trate de circular por donde hubiera mucha gente y lo paradójico es que el sitio donde fueron atropellados los chicos no había prácticamente nadie", expresó la mujer, en contacto con Radio 2.
Alejandro dejó a sus mellizas Morena y Ámbar, pero también a una joven de 19 años, fuera de otro matrimonio. "No puedo llenarme de odio o bronca, tengo que construir desde el amor", reflexionó la mujer sobre las sensaciones que le genera el terrorista detenido, quien dice no arrepentirse de sus actos.
"Ale era un hombre lleno de alegría, siempre era un chiste, nunca odiaba", añadió la ama de casa que manifestó sostenerse gracias a amigos y vecinos que la apoyaron desde el primer momento.