Unas mil personas realizaron este sábado una caravana de antorchas por el centro de Rosario en reclamo del tratamiento de una ley de humedales. Así se sostienen las protestas y denuncias de quemas indiscriminadas en las islas del Delta del Paraná.
"Queda poco tiempo legislativo para que se trate apenas salga de la comisión de Ecología y consideramos que su aprobación es urgente ante la inminente destrucción de nuestros humedales", dijo Rodolfo Lelio Martinez sobre el debate de la iniciativa en el Congreso.
En esa línea, consideró que "la ley de manejo del fuego que impulsó (el diputado) Máximo Kirchner en el Congreso es un avance. Sin embargo, uno de los voceros vinculados a la convocatoria subrayó: "No queremos que se olvide la cuestión de fondo, que es la de tener una ley de humedales que ordene el territorio para salir de la anomia que sufre el Delta del Paraná".
"Hoy en los humedales cada uno hace lo que quiere y lo que rige, además de la especulación financiera, es la ley de la escopeta", afirmó ante la consulta de Télam uno de los integrantes de la multisectorial.
El ambientalista destacó que planificaron "una manifestación diferente" en un horario en que "la ciudadanía sale a recrearse" por el centro. "La idea es interpelarlos a través de las manifestaciones artísticas y con una caravana de antorchas", explicó.
"Es necesario que se acerquen los rosarinos, todos los sectores políticos y sindicales porque sin el compromiso de todos, la ley no sale", enfatizó Martínez.
Cientos de personas recorrieron desde las 20 las calles de Rosario iluminados por velas y antorchas, guiados por un carromato rodeado de "artistas del fuego" mientras realizaban intervenciones con pinos de malabares encendidos.
Durante la manifestación, los ambientalistas regalaron semillas bajo la consigna "Donde hubo fuego, semillas quedan", con el fin de "continuar activamente en la defensa de nuestros humedales", indicaron.
"Entendemos que más allá de que se trate la ley o no, tiene que haber una ciudadanía de pie que va a seguir empujando por un cambio de paradigma cultural de la humanidad que permita hacer otros usos de los humedales que tengan que ver con la vida", destacó Martínez.