Un fuerte granizada se registró en Rosario y alrededores cerca de las 16, y se prolongó por varios minutos. Luego llegó la esperada lluvia, tal como había anticipado el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Las piedras se hicieron sentir por un rato largo, y provocaron la desesperación de quienes en ese momento estaban en la calle. En el centro, no faltaron los que se apuraron para poner a refugio sus vehículos, mientras que peatones y ciclistas intentaron guarecerse bajo techo.
Todavía está fresco la terrible granizada de 2006, que rompió todo a su paso, y por eso cada vez que el cielo se pone negro, y caen las primeras piedras, los rosarinos tiemblan. Momentos después se desató una fuerte lluvia, como hacía tiempo no ocurría.
El agua era muy esperada para apagar los incendios que vienen provocando desde comienzos de año los desaprensivos productores agropecuarios de la zona de islas, siempre apañados por las autoridades entrerrianas.
El SMN anticipó que el mal tiempo continuará hasta el domingo, con mejoramientos temporarios. Para el sábados e esperan lluvias y tormentas en Rosario, con mínima de 17° y máxima de 23°.
(Fotografía de portada: @MetRAnoticias)
