La polémica en torno a la salida de prisión de detenidos considerados como pacientes de riesgo ante el contagio de coronavirus, llegó alrededor del caso de Fabricio Zulatto, el joven asesinado en agosto de 2016 y cuyo cadáver fue hallado en un pozo en un bunker de venta de droga.
En las últimas horas se conoció que la defensa pública de Andrés Soza Bernard, condenado por el homicidio del joven, pidió que pueda continuar detenido en su domicilio ya que lo considera como un sujeto vulnerable debido a que desde pequeño padece asma.
Inicialmente fue a través de un recurso de habeas corpus que la defensa de Soza Bernard buscó sacarlo de la cárcel, solicitud que fue rechazada por el juez Mariano Aliau. En dicho planteo se afirmaba que el detenido presentaba buen estado general, aunque daba cuenta de su dolencia de base.
Lo cierto es que la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) programó el 26 de mayo una audiencia que presidirá el Héctor Núñez Cartelle circunstancia en la que evaluará la posibilidad de otorgar la prisión domiciliaria.
La condena de prisión perpetua para Soza Bernard fue ratificada en febrero pasado. Por el caso, también recibió la pena máxima Omar Mortier, ambos fueron imputados del delito de homicidio calificado por haber sido cometido por precio o promesa remunerativa agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de coautores.