La puesta en vigencia de las nuevas medidas para prevenir la propagación de coronavirus a nivel nacional parece haber encontrado un escollo sorprendente en uno de los principales polos agroexportadores del país. El presidente comunal de Timbúes, Amaro González, le pidió a la Nación que le deleguen la potestad de hacer controles sanitarios en los barcos y anticipó que clausurará las plantas locales si no hay respuestas.
Mientras el Gobierno provincial continuaba monitoreando la implementación de las directivas sanitarias, el dirigente justicialista convocó a una conferencia de prensa este lunes por la noche y puso un plazo de 24 horas para que la Nación atienda su reclamo. "La enfermedad está caminando entre nosotros o quiere entrar. Pretendemos no tener un solo caso con la prevención suficiente y frenar la embestida", planteó el funcionario.
Reelecto el año pasado, González no titubeó a la hora de dirigirse al presidente Alberto Fernández en su propia "cadena nacional" luego de charlar por teléfono con gerentes de las terminales de Cofco, AGD, Renova y Dreyfus. Actualmente hay seis buques con una tripulación de entre 120 y 130 personas a las cuales la Comuna quiere evaluar con un equipo médico "exclusivo" para determinar si tienen síntomas compatibles con el COVID-19. Estiman que en total hay unas diez mil personas que transitan diariamiente por la jurisdicción como parte de la actividad de esas empresas.
"No nos oponemos al desarrollo pero sí pretendemos que haya un control riguroso de la situacón sanitaria", enfatizó el titular del Ejecutivo. Si bien se mostró agradecido por el espacio cedido en el puerto primario para ubicar una de las postas que anunció el gobernador Omar Perotti el domingo, manifestó con preocupación: "No puede ser que las agencias marítimas tengan superpoderes para decidir quién ingresa o no".