Luego de los allanamientos que hicieron ruido en el corazón de la city rosarina, el tesorero de San Cristóbal Seguros se tomó licencia a raíz de la denuncia anónima en su contra en la Justicia federal rosarina. A su vez, la defensa de Claudio Iglesias confirmó este lunes que ya se presentó en los Tribunales de Bulevar Oroño para limpiar su nombre.
El contador fue socio comercial de su colega Jorge Oneto, uno de los principales acusados en la megaestafa inmobiliaria que investigaron autoridades del fuero provincial en 2017 y también salpicó a Pablo Abdala, gerente del diario La Capital. Ambos fueron sobreseídos a principios de este año, pero la causa dejó tela para cortar y el titular de la compañía con sede en Italia y San Lorenzo aparece ahora bajo sospecha por lavado de activos.
Así como dejó el puesto asumido hace poco más de un año en la empresa, Iglesias también dio un paso al costado en la Bolsa de Comercio de Rosario. Según informó Puntobiz, su nombre estaba formalmente en carpeta como futuro director del banco que quiere abrir la entidad bursátil y ahora deberán buscarle un reemplazante.
Una de las cuestiones que preocupa al abogado Oscar Romera es recuperar el efectivo secuestrado durante los allanamientos en las oficinas y la casa de su cliente. Durante el procedimiento se hallaron 100 mil dólares y también euros, pesos y reales, aunque el letrado aseguró que cuenta con la documentación que acredita el origen lícito de ese dinero.
El trámite que tiene en sus manos el juez Marcelo Bailaque se abrió a partir de un escrito que repasa los negocios en común entre Oneto y el acusado, más allá de que el directivo de San Cristóbal nunca estuvo involucrado en la megacausa provincial. Frente a este escenario, la defensa quiere acceder al expediente cuanto antes más allá de todavía no recibió citación para declaración indagatoria ni acusación formal.