A 15 días de dictarle el procesamiento por maniobras fraudulentas sobre una propiedad de calle Pasco al 1000, la jueza de Instrucción del sistema conculsional, Delia Paleari volvió a procesar al escribano Eduardo Martín Torres, esta vez por fraguar un poder para vender un inmueble en la zona norte, cuando los dueños ya estaba fallecidos.
Torres es uno de los imputados en la megaestafa inmobiliaria, causa que es tramitada por la Unidad Fiscal de Delitos Económicos en el nuevo sistema penal, pero acumulaba denuncias en el viejo esquema que ahora se están encauzando.
Según informó este martes el Poder Judicial provincial en un comunicado, en julio de 2013, Torres aprovechó la muerte de los dueños de una propiedad ubicada en Martín Fierro 844 para despojar del inmueble a los herederos.
Por medio de un poder con firmas apócrifas, falsificó el mandato de venta en beneficio de Jonatan Zárate -también relacionado con la megacausa- quien, según la jueza, "no podía desconocer que era falso porque las personas otorgantes deberían estar presentes en el otorgamiento, pero habían fallecido en el año 2008".
A su vez, Zárate nuevamente con la complicidad de Torres, “vendió” el inmueble a María Elena Portillo, la tercera involucrada por la jueza Paleari en esta causa.
Torres, Zárate y Portillo fueron procesados por la presunta comisión de los delitos de estafa y falsificación material e ideológica de instrumento público, hecho que fue denunciado por la abogada que poseía el "poder de venta" original del inmueble en cuestión.
En lo concerniente a esta causa, los tres procesados permanecerán en libertad y sus bienes serán embargados hasta cubrir la suma de 10 mil pesos cada uno.