La crisis institucional que vive el Sindicato de Peones de Taxis de Rosario se tradujo en la actitud que tomó la comisión directiva en las últimas horas. Es que con el secretario adjunto en ejercicio de la conducción, Horacio Gianotti, a la cabeza, la cúpula del gremio tomo la decisión de pasar la noche en la sede gremial. El titular de la entidad, Horacio Boix, quedó suspendido tras una denunica por malversación de fondos.
"Pasamos la noche acá para cuidar el patrimonio de los trabajadores", se limitó a justificar Gianotti sobre la medida tomada, que incluyó custodia policial en el edifcio, "ante la posibilidad de alguna represalia".
Desde este lunes, cuando le llegó la carta documento a su domicilio, Boix fue depslazado temporalmente mientras se avanza en la investigación judicial para corroborar si hubo o no desmanejos en los fondos del sindicato, desde que el secretario general unilateralmente removió al tesorero y quedó al mando de las arcas del la institución.
Este lunes, cuando se conoció la medida tomada por la comisión directiva, Gianotti había sido claro: "El nivel de vida que llevaba no era acorde al de un taxista promedio". Boix fue notificado que quedaba afuera del gremio un día después del choque que protagonizó a bordo de un Audi A7 a nombre de la organización. Sobre la compra del vehículo, Gianotti apuntó que el secretario general había impulsado la operación con el argumento de "capitalizar" a la institución, ya que un rodado de alta gama "no perdía valor". Sin embargo, reconoció en conferencia de prensa que "el vehículo lo utilizaba solamente él".
Al referente sindical y al resto de la cúpula les quedan tres años por delante en sus respectivos cargos mientras el Ministerio Público de la Acusación (MPA) analiza la denuncia contra Boix, desplazado al menos por 45 días. Por la tarde, la sede de calle Salta quedó bajo custodia policial y las autoridades tienen previsto cumplir su mandato "mientras la comisión directiva no quede acéfala".
Gianotti subrayó que los choferes realizan "una actividad en la que están casi al nivel de pobreza" y no ocultó su molestia por el hecho de que "un secretario general ostente" bienes de esa naturaleza. Al tiempo que negó tener "miedo" ante posibles represalias en una interna gremial, destacó la necesidad de "una nueva forma" de conducción. "Queremos generar un cambio a pesar de que somos muchachos grandes", anunció.