Después de solidarizarse con la familia del niño baleado durante un encuentro de equipos infantiles en zona oeste, la Asociación Rosarina de Fútbol (ARF) anunció este martes una reunión para acordar la suspensión de los partidos de esas categorías hasta que se tomen medidas para prevenir nuevos episodios similares en los clubes afiliados.
El presidente de la entidad, Mario Giammaría, consideró "muy probable" que el desarrollo de los torneos del baby se interrumpa a la espera que las autoridades brinden alguna respuesta ante el caso de Benjamín Biñale. "Esto nos ha golpeado muchísimo. Estamos preocupados por la situación de vulnerabilidad a la que hemos llegado", advirtió el dirigente.
El histórico titular de la institución demandó medidas "concretas" de parte del poder político. Sobre el impacto del episodio, estimó que la actividad de las categorías menores involucra a unas 100.000 personas en toda la ciudad y que cada año se disputan entre 22 y 25 mil partidos.
En diálogo con LT8, el dirigente de la Rosarina consideró que "el Estado o la clase política no pueden aparecer sólo cuando hay una elección para visitar clubes y besar chicos a cambio de una chapa o un alambrado". A esto agregó sobre los antecedentes violentos en otras entidades: "No puede ser que nos acostumbremos".
Giammaría anticipó que este jueves tienen previsto convocar al consejo de fútbol infantil para definir el alcance de la medida. "Lo único que nos interesa es que esto no sea un número más en la estadística, que el chico se recupere, vuelva con su familia a su casa y dentro de poco lo tengamos dentro de una cancha", manifestó.