En el marco de la audiencia imputativa a Esteban Alvarado y a varios miembros de su banda, el Ministerio Público de Acusación (MPA) expuso la elaborada estrategia del presunto narcotraficante para cometer atentados contra la justicia y responsabilizar a Los Monos.
De acuerdo a los fiscales de la Unidad de Gravedad Institucional, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, Alvarado utilizó recursos materiales y económicos para que terceros realizaran al menos tres atentados de alta repercusión pública.
El primero de ellos fue el 10 de diciembre del año pasadas las 2 y cuarto de la madrugada. Cuando dos personas en moto dispararon al menos doce veces a la puerta de Balcarce de la sede de Tribunales Provinciales. Además dejaron un cartón con la leyenda: "Con la mafia no se jode Atte: Esteban Alvarado".
Ese mismo día, 22 minutos después del primer hecho, dos personas en una moto enduro roja y blanca ingresaron por la vereda de la plaza central del Centro de Justicia Penal y arrojaron un cartel con la misma frase. Posteriormente efectuaron cinco disparos al edificio.
Previo a efectuar el hecho y con el objetivo de desviar la atención del personal policial de vigilancia, M. G. (imputada por estos hechos el 22 de diciembre de 2018, se presentó ante los efectivos simulando estar enferma, generando así una maniobra distractiva. "Una vez cometido el hecho, ordenan insertar en el teléfono de una persona relacionada a la familia Cantero, mensajes que lo relacionaban con aquella mujer", indicaron desde el MPA.
Alvarado también estuvo detrás del hecho ocurrido 14 de enero de este año por la noche, en Rioja al 500, cuando un grupo de personas dejó en forma anónima una caja en la puerta de la vivienda de una empleada de Fiscalía. Al abrirla, la mujer se encontró con una cabeza de perro. "Buscaban alarmarla y obtener una variación del curso de la investigación por el homicidio de Lucio Maldonado", indicaron.
Los estamentos de la banda
Por otro lado, se le atribuye a este sujeto ser el jefe de una asociación ilícita destinada a cometer delitos, al menos desde el periodo de agosto de 2018 hasta el 29 de abril de 2019. Dicha asociación repartía sus tareas entre personas que conforman tres estamentos diferenciados: el primero de ellos integrado por quienes bajo sus órdenes procuraban los medios materiales para la comisión de delitos contra la propiedad y contra las personas.
Estas personas proveían armas y vehículos a la organización, contactaban y retribuían económicamente a las personas a cargo de ejecutar delitos, llevaban a cabo tareas de seguimiento, e identificación de personas, e intimidaban a personas, para obtener algún beneficio para la organización.
El segundo de los estamentos constituido por un grupo de personas que en cumplimiento de sus órdenes llevaban a cabo hechos ilícitos y delictivos tendientes a dotar de impunidad los hechos ejecutados por los integrantes de la organización. Esa tarea era cumplida con el aporte de profesionales, personal policial y otras personas.
Entre las tareas realizadas se encuentran la de brindar información falsa a los investigadores del MPA, aportar información reservada de las investigaciones en curso al jefe de la organización, omitir llevar a cabo tareas propias de su función en relación a la localización y detención de Esteban A. y simular operativos policiales para incorporar información falsa a las investigaciones. A este estamento lo integran al menos Martín R.,Marcelo R., y Jorgelina C.
El tercer estamento integrado por un grupo de personas que se encargaba bajo las directivas de Esteban A. de gestionar un entramado de empresas comerciales y unipersonales que le permiten ocultarse tras el amparo que brindan las estructuras societarias. Empresas investigadas, dedicadas especialmente a actividades de logística, transporte y comercialización de rodados y empresas unipersonales.
A través de ellas se proveían bienes muebles, inmuebles y servicios a toda la estructura; recursos materiales y humanos disponibles para la comisión de delitos; inmuebles para que vivan sus miembros y para guardar rodados de la organización.
También dinero para pagar a personas para obtener de ellas información y otras tareas que permitan la ejecución de diversos delitos; rodados de distinto porte que tenían disponible para el traslado de los integrantes y la comisión de delitos, y personal dependiente de las sociedades disponibles para distintas tareas operativas de la organización. Dicha organización compuesta por Marcelo Nicolás O, Marcelo R., Martín R., y Jorgelina C. entre otros.