Macri lo llamó y le prometió obras contra las inundaciones, pero pasaron tres meses y todavía no le cumplió

Marcelo Molina es docente de escuelas rosarinas pero oriundo de La Emilia, localidad que quedó bajo el agua a comienzos de año. "Si hoy lloviera como aquella vez, volveríamos a inundarnos", dijo.

Macri lo llamó y le prometió obras contra las inundaciones, pero pasaron tres meses y todavía no le cumplió
Marcelo Molina, el docente que le escribiu00f3 a Macri

Luego de la histórica inundación de La Emilia a comienzos de año, el docente Marcelo Molina decidió escribirle una carta al presidente pidiéndole ayuda. En febrero recibió un llamado de Mauricio Macri prometiéndole obras para que el agua no vuelva a arrasar con todo en la localidad del norte de Buenos Aires. A tres meses de ese diálogo, sólo hubo parches y los trabajos definitivos se hacen esperar.

"Si vuelve a llover como aquella vez, La Emilia volverá a estar bajo el agua", dijo Molina, quien da clases de Economía y Gestión de las Organizaciones en varios colegios rosarinos. En diálogo con Vía Rosario, reconoció que hubo algunos paliativos, pero que no alcanzan para contener un eventual desborde del arroyo del Medio.

"Entre Nación y Provincia repararon el terraplén que se había fragmentado, y trajeron cuatro bombas extractoras para sacar el agua del pueblo, pero nada más", explicó. Respecto a las promesas de obras de fondo que impidan otra situación como la vivida, no hay información oficial.

"Se había mencionado que entre abril y mayo se iba a llamar a licitación para los trabajos que arrancarían entre julio y agosto, pero no hubo novedades", manifestó. Tampoco apareció la ayuda que habían prometido Nación, Provincia y municipio.

"Nosotros no reclamamos un subsidio, pero sí una indemnización que nos corresponde porque acá hubo impericia y negligencia. Hasta ahora no sabemos de alguien que la haya recibido", cuestionó. Lo que sí aparecieron fueron los créditos blandos provinciales que "pueden servir para oxigenar un poco, pero hoy nadie está en condiciones de endeudarse".

"Mucha gente acá entró en un cuadro depresivo. No compra nada ni arregla la casa por miedo a que se vuelva a inundar todo. Algunos, sobre todo los que están cerca del arroyo, todavía tienen los muebles en altura y viven con miedo a otro desborde. A otros recién ahora el seguro les está pagando el auto que perdieron, mientras muchos siguen a pie", se lamentó.

El maestro resaltó que teniendo en cuenta que mayo es un mes muy lluvioso, la población está alerta y con temor de lo que pueda pasar. "Estamos muy preocupados porque somos conscientes de que si llueve tanto como la otra vez, volveremos a inundarnos", cerró.