Fueron cuatro hechos, todos ellos aberrantes y confesados por el autor de los delitos: un albañil que abusó sexualmente de su propia hija e incluso en alguna de esas ocasiones delante de otros hombres que eran sus amigos.
Él tiene 33 años, es oriundo de la ciudad de La Carlota y ella sólo 10 y los une la relación biológica.
El lugar donde se ventiló este grave hecho fueron los Tribunales de Río Cuarto a través de un juicio abreviado y por el cual el acusado recibió una pena de cinco años y cuatro meses de prisión, lo que desató el debate respecto de la relación entre el delito cometido y la condena que recibió este depravado.
En una de las ocasiones que este sujeto abusó de la niña la desnudó y la manoseó en la casa de uno de sus amigos, en La Carlota, en presencia de otras dos personas de sexo masculino, señala el sitio Puntal.com
La pena fue consensuada por el asesor letrado que defendió al acusado y por el fiscal de Cámara Julio Rivero, que es el funcionario a cargo de sostener la acusación.
A cambio de esa admisión de culpa, el imputado recibió una pena atenuada, es decir, una condena menor a la que hubiera recibido si se lo condenaba en un juicio ordinario.
Una de las condiciones del juicio abreviado es que el tribunal debe atenerse a la pena acordada, es decir que en este caso la jueza de la Cámara no podía darle más años de cárcel que los que se habían acordado, aunque sí podía resolver una pena inferior.
Cómo fueron las agresiones. La primera, de acuerdo a lo que señala Puntal.com admitida por este albañil ocurrió entre el 29 de enero de 2014 y el 29 de enero de 2015, en una de las habitaciones del domicilio que a esa fecha tenía J.J.P. en la ciudad de La Carlota.
Allí abusó de su hija, que entonces tenía 10 años de edad, a quien le tocó sus senos, sus piernas y sus nalgas, por encima de su ropa, luego de lo cual el imputado se acostó en una cama allí existente y obligó a la niña a que le tocara su pene por encima de su ropa.
El segundo hecho, ocurrió entre el mes de enero de 2015 y el febrero de 2017, en la vivienda de un amigo de J.J.P., en La Carlota.
Allí abusó sexualmente de su hija, la que contaba con 11 o 12 años de edad, a quien le sacó toda su ropa y la manoseó, tocándole las piernas y los brazos, mientras los amigos eran testigos directos de la escena.
El tercer hecho que el fiscal le atribuyó al depravado fue ubicado entre los días 26 de febrero de 2017 y 26 de marzo de 2017, en la vivienda donde el imputado convivía con su concubina y una bebé.
En ese lugar el imputado le bajó el pantalón y la bombacha y comenzó a tocarle la cola y a manosearle los senos, para luego exhibirle su sexo mientras se masturbaba.
El cuarto y último hecho, ocurrió el 23 de abril de 2017, cuando la niña estaba junto a una amiga en una plaza de La Carlota.
Entonces, se hizo presente el padre, quien agredió con golpes a su hija y la mandó a la casa de su madre. Como consecuencia de la agresión la niña sufrió heridas que la llevaron a recibir tres días de curación.