Finalmente, el correr de las horas sin represión, logró descomprimir la situación en la Fundación Social de Río Cuarto.
Los dirigentes de la CTA que tomaron las intalaciones del bulevar Almafuerte, en reclamo de insumos para los merenderos, resolvieron levantar la medida de fuerza y aceptaron una propuesta de reunión para el jueves, a las 16.
Los funcionarios municipales dieron orden de no repeler a los manifestantes que ocuparon los pasillos de la repartición pública con bombos y niños.
El municipio denunció agresiones a un empleado municipal, Tomás Carbonari, quien sufrió golpes en medio de los incidentes.