Árboles de amor: falleció el cordobés que le regaló una guitarra al cielo

Pedro Martín Ureta era un productor agropecuario que creó una guitarra gigante de cipreses y eucaliptos para homenajear a su esposa fallecida.

Pedro Ureta falleció a los 79 años.
Pedro Ureta falleció a los 79 años.

General Lavalle, en el sur de la provincia de Córdoba, "saltó" a la fama mundial en 2011, luego de que unos aviadores que supervisaban inundaciones descubrieron, por casualidad, una guitarra conformada por 7.000 árboles delineada de un modo impecable.

La repercusión fue tal que hasta la Nasa la incluyó dentro de sus galerías de imágenes satelitales, como una de las más curiosas.

El autor de semejante obra era Pedro Martín Ureta, un productor agropecuario que había decidido homenajear a su esposa, fallecida en 1977 a los 25 años.

Tal acto de amor no buscaba repercusión, al punto de que Ureta jamás contó la obra que había realizado en su campo, y fueron los aviadores que supervisaban las inundaciones quienes la descubrieron por casualidad: una guitarra gigante de cipreses y eucaliptos que pasó a la eternidad como "la guitarra del cielo".

Pedro Ureta falleció a los 79 años.
Pedro Ureta falleció a los 79 años.

Ureta falleció este miércoles, a los 79 años, consignó el diario Puntal. "Unos años atrás, este productor levallense había comentado su deseo que, una vez que él ya no estuviese, el lugar sea preservado como patrimonio natural provincial. Hoy queda en sus hijos esta responsabilidad", difundió el periódico de Río Cuarto.

Su obra tiene unas 24 hectáreas de superficie, 2.500 metros de largo y 400 de ancho. Y un solo objetivo: homenajear a su esposa, quien le comentó un día el deseo de tener una estancia con forma de guitarra.

"Surgió la idea cuando estábamos en la provincia de Buenos Aires. Ella había aprendido a dibujar para hacer esto. Me acuerdo de que en un momento vi el dibujo de la guitarra, la agarré de la punta, y me di cuenta de que en las cuerdas era un bulevar perfecto. Después de que ella muere, pensé: en su recuerdo lo voy a hacer", contó Ureta en una ocasión a La Voz del Iinterior.

Don Ureta jamás pudo ver su obra, porque le tenía terror a volar. ¿La habrá podido ver ahora, desde lo más alto?