A 167 días de iniciada la pandemia de coronavirus en la provincia de Chaco, una de las más golpeadas por los casos de COVID-19, el gobierno continua con su plan de desescalada de la cuarentena que comenzó a fines de abril. No obstante, el Estado fue crítico a la hora de referirse al comportamiento de una parte de la sociedad.
El ministro de Gobierno, Juan Manuel Chapo, indicó que "en aquellas actividades en las que existen los controles concretos, como los ámbitos laborales, el comercio o la administración pública hay un respeto a los protocolos altos". Sin embargo, "gran parte de la sociedad todavía muestra cierta resistencia y rebeldía a la hora de cumplir con las pautas y esto genera complicaciones", sostuvo.
"El Estado ha hecho un gran esfuerzo para poner en condiciones el sistema de salud y para comunicar las reglas básicas", puntualizó el ministro quien sentenció: "Nadie puede alegar desconocimiento de las pautas fundamentales; pero esto interviene un factor individual que es la responsabilidad de cada uno".
Nuevas restricciones
Desde el inicio de esta semana, en la provincia de Chaco se implementó una serie de nuevas restricciones para los grupos de riesgo (adultos mayores de más de 60 años y personas con comorbilidades) para tratar de evitar posibles contagios.
En este sentido, se aclaró que esta medida fue tomada en función de la evolución de las cifras. "Visualizamos los contagios en este segmento etario y en función de eso se decidió implementar estas pautas, que no surgen de la voluntad unilateral del gobernador, Jorge Capitanich, sino del conjunto de actores que conforman el comité", detalló el ministro a DiarioNorte.
