Un estudio presentado en el Congreso Nacional Bioquímico realizado recientemente en la ciudad de Resistencia, puso de manifiesto el riesgo que representa para la salud de la población la exposición a plaguicidas.
El trabajo científico demostró una estimación del daño genético en personas expuestas a productos químicos y agentes "genotóxicos", es decir aquellas sustancias que pueden unirse directamente al ADN causando mutaciones que pueden derivar o no en enfermedades oncológicas.
De acuerdo al informe brindado por el doctor Horacio Lucero del área de Biología Molecular del Instituto de Medicina Regional de la UNNE, el estudio se realizó en 10 pacientes, de los cuales 5 están regularmente expuestos a los agroquímicos en zonas productivas del Chaco y los restantes 5- habitantes regulares de la ciudad de Resistencia- fueron tomados como "grupo control".
Los resultados arrojaron un curioso detalle: se hallaron rastros de Glifosato y AMPA en todas las muestras de orina incluso en las personas del grupo control que vivieron siempre en la ciudad de Resistencia. Según el equipo de investigadores "esto abre la hipótesis de que la vía de ingreso de estos agroquímicos sería a través de los alimentos contaminados".
Las observaciones realizadas en este trabajo por el doctor Lucero junto a investigadores de la Red de Salud Popular "Ramón Carrillo" y de la Cátedra de Biología Evolutiva Humana, Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, se suman a las de otros estudios que demuestran la actividad mutagénica de los compuestos químicos que contienen el glifosato y el AMPA.
En el trabajo presentado se realizó una observación puntual, "el porcentaje aumentado de aberraciones cromosómicas (AC) y de micronúcleos (MN) en personas expuestas a plaguicidas de la localidad de Avia Terai, compromete a profundizar el estudio aumentando el número de personas expuestas y controles".
Llamativamente los 3 pacientes que presentaron algún agrotóxico en sangre (piretroides e insecticidas organofosforados) son las que demostraron mayores porcentajes de “aberraciones cromosómicas” y/o “micronúcleos (MN)”.
Este hallazgo de agrotóxicos en sangre merece una aclaración. Los compuestos organoclorados y organofosforados se miden en sangre porque son altamente persistentes y de difícil degradación por lo tanto pueden indicar exposiciones no recientes, mientras que Glifosato de metabolismo más rápido se debe medir en orina y puede indicar exposiciones más inmediatas.
El ensayo citogenético de micronúcleos, es capaz de detectar indirectamente rotura o pérdida cromosómica y su utilización en líneas de investigación sobre mutagénesis. Permite conocer in vitro el efecto genotóxico de nuevos agentes químicos a nivel ambiental con nuevos plaguicidas y pesticidas.
La actividad mutagénica es un concepto que hace referencia a la capacidad que tienen los componentes químicos de los agrotóxicos, para alterar o cambiar la información genética (ADN) del organismo de manera brusca, incrementando la frecuencia de mutaciones por encima del nivel natural.
Las Aberraciones cromosómicas son alteraciones que pueden ser observadas durante el ciclo celular y que tienen su origen en roturas de las cadenas de ADN no reparadas o mal reparadas, debido a sustancias genotóxicas.