El vicepresidente del Consejo Federal del Adulto Mayor, Rubén Acosta hizo un fuerte llamamiento a las autoridades de la obra social de los jubilados, PAMI, para resolver el “vacío que generó la ruptura de las relación con la Asociación de Clínicas y Sanatorios del Chaco, lo cual motivó una masiva concurrencia hacia los hospitales, lo cuales están absolutamente colapsados. Acosta quien también ocupa la Vicepresidencia del Consejo Provincial de Adultos Mayores, aseveró que la situación es “desesperante”.
En declaraciones periodísticas, Acosta recordó que desde el 1 de julio cuando venció el contrato que ligaba a la obra social de los jubilados nacionales con la red de prestadores nucleados en Asociación de Clínicas y Sanatorios del Chaco (Aclysa), los abuelos chaqueños están a la deriva. “Aún no se conoce cómo se garantizará la prestación de servicios a entre 50 y 80 mil afiliados nacionales que vivimos en el Chaco”, describió.
Asimismo, remarcó que “en su mayoría los afiliados a PAMI son adultos mayores, lo que representa una franja de edad en la cual tienen muchas afecciones y realmente requieren de internaciones para solucionar sus problemas de salud. Y actualmente no hay clínicas en la ciudad, asi que todos terminan derivados al hospital público que, por supuesto está saturado, cualquiera sea al que uno acuda”.
“Por eso instamos a las autoridades del PAMI local a que busquen los elementos necesarios para suplantar en este momento esta situación”, exigió Acosta pidiendo que “los pacientes de esa obra social tengan garantizada la atención integral a su salud, como indica la Convención Interamericana de los Derechos Humanos”.