En los pasillos de los juzgados federales asentados en el Chaco, continúa sumándose expectativas y ansiedad. Es que luego de los anuncios dados a principios de 2019, sobre la normalización de la gran cantidad de vacantes que llevaban años de espera, todo sigue igual. La tremenda puja electoral previa a las PASO impide que el Senado sesiones y le dé la sanción definitiva al nombramiento de cuatro jueces federales, que terminaron íntegramente el proceso de concurso.
La situación de las vacantes es un problema de arrastre de mucho tiempo en el fuero federal, dentro del territorio chaqueño. Sin embargo, en las últimas semanas, la Cámara Federal de Apelaciones también quedó con una vacante, al jubilarse el camarista José Aguilar, sin que hasta el momento haya una resolución oficial para afectar a un profesional en ese cargo.
De los cuatro jueces que esperan definiciones, dos de ellos, Enrique Bosch y Miguel Aranda (ambos ternados por el presidente de la Nación, Mauricio Macri), esperan para integrar el Tribunal Oral Federal de Resistencia. Los otros dos son Jorge Gustavo Dalhgren y Martín Innocente. El primero fue propuesto para ocupar el Juzgado federal N°2 de Resistencia; y el segundo, para el Juzgado Federal de Sáenz Peña.
Por ahora en el fuero federal, el Chaco tiene un sinfín de subrogancias que termina quitando capacidad operativa para la resolución de casos resonantes que se tramitan en estos juzgados. Según un informe publicado por el portal porteño Infobae, dentro del Senado hay legisladores que quieren revisar todos los casos, uno por uno, incluso aquellos que hayan completado los pasos reglamentarios de un Concurso público. De darse esta situación, la situación institucional puede agravarse seriamente.