En el mediodía del miércoles, según ADNSur, se imputó al dueño de un pelotero cuyo defectuoso cableado produjo la electrocutación de una niña de 10 años que festejaba su cumpleaños y por ello había sido alquilado el juego por los padres.
El episodio tuvo lugar el 23 de febrero en una casa del Barrio San Miguel en Puerto Madryn. La menor en cuestión recibió una fuerte descarga eléctrica al tomar contacto con un cable defectuoso, debido a la mala instalación de Gerardo Torres, su dueño. Este había empleado un alargue con enchufe y zapatilla para que el compresor funcione.
El accidente derivó en la pérdida de signos vitales por parte de la cumpleañera durante 30 minutos y, si bien se la pudo trasladar a un hospital y reanimarla, sufrió secuelas neurológicas severas y daño cerebral irreversible.
La causa la lleva adelante el fiscal Mauricio Baigorria, y la imputación a Torres es por ''lesiones gravísimas culposas'' so pena de entre tres a diez años de cárcel ante la violación del artículo 91 del Código Penal.
Cabe destacar que también se vulneró la ordenanza municipal 6270, que exige certificado de calidad y seguridad, así como la habilitación pertinente en divertimentos de ese tipo.