Un grupo de jóvenes continúa recorriendo los locales comerciales de la ciudad para concientizar a la comunidad sobre la importancia de celebrar Navidad y Año Nuevo cuidando a la población más vulnerable y a los que más afecta la pirotecnia.
El mensaje que se difunde, al igual que el año anterior, es: “Más luces, menos ruido”. De esta forma se busca alentar los festejos con el desarrollo de diversos rituales, utilizando la creatividad y los elementos que tenemos en casa.
Cabe destacar que esta campaña también se replica en todas las redes sociales del Estado local con el objetivo de llegar a la mayor cantidad de personas para que puedan adherir a esta propuesta.
Es importante tener en cuenta que la pirotecnia daña a los adultos mayores, bebés, animales, a las personas del espectro autista, a aquellas que tienen alguna discapacidad o hipersensibilidad sensorial. También a los que padecen enfermedades y malestar al ruido ensordecedor y la contaminación acústica. Sufren miedo, estrés, palpitaciones, taquicardia, afectación del sistema inmunitario y, en caso de enfermedad, empeoramiento de la salud del paciente.
Asimismo, la manipulación incorrecta de pirotecnia puede llevar a provocar lesiones como mutilaciones, fracturas, luxaciones, heridas, lesiones oculares con perforación y penetración de cuerpos extraños, hipoacusia por perforación del tímpano y quemaduras de diversas consideraciones.
Además, su uso inadecuado es la causa de daños materiales a bienes privados y públicos con incendios en zonas arbóreas, coches calcinados, toldos en llamas, y en el espacio que habitamos como consecuencia de la contaminación ambiental y acústica.