El partido de vuelta por la tercera fase de la Copa Santa Fe entre 9 de Julio y Peñarol fue suspendido, luego de que se registraran incidentes entre las hinchadas, antes del comienzo del cotejo.
La cancha de 9 de Julio es una de las más seguras en Rafaela, porque permite el ingreso de las hinchadas por lugares diferentes y se encuentran distanciadas por el ancho de la cancha. Sin embargo, en la noche del jueves lograron encontrarse.
Antes del inicio del partido, la parcialidad de Peñarol logró abrir un portón que separaba la parte visitante del tradicional sector popular “Marcelo Pepín Segovia”. Allí no había policías. Y se dirigieron a un lugar en donde se encontraban colgadas banderas de 9 de Julio.
La parcialidad local, rápidamente, abrió otro portón, que también estaba abierto y sin seguridad, cruzaron toda la cancha, en donde estaban los jugadores haciendo movimientos precompetitivos, para ir a “defender los trapos”. Abrieron un tercer portón y hubo un enfrentamiento cuerpo a cuerpo.
Después, todo fue un descontrol: todos pudieron ingresar al campo de juego, la policía no pudo detener a nadie. A los 10 minutos de iniciados los incidentes, recién ingresó la fuerza de choque. Y la cancha se llenó de uniformados.
