El Juez José Luis Estevez resolvió absolver a Sergio Fontanetto de los cargos presentados por fiscalía y declararlo inimputable por los hechos ocurridos el 22 de abril del 2022. Ese día, salió a la vereda a la hora de la siesta, con un rifle y disparó a vecinos, hiriendo a tres personas. Para la Justicia, no estaba en sus cabales, producto de sus adicciones. Por ello, deberá concurrir a una clínica, para rehabilitarse, por un lapso de 6 años.
Este lunes se llevó a cabo la última audiencia del juicio que se le seguía a Fontanetto, en donde la fiscal Lorena Korakis había solicitado 10 años y 6 meses de prisión, por homicidio en grado de tentativa, portación indebida de arma de fuego de uso civil y resistencia a la autoridad. Para la mujer del MPA, no estaba fuera de sí, sino que hubo una planificación, seleccionó a sus objetivos y efectuó múltiples disparos “dirigidos a causar la muerte”.
La defensa, por su parte, alegó que Fontanetto estaba bajo los efectos de un masivo consumo de cocaína y marihuana. El Juez Estévez, que condujo la audiencia de forma remota, coincidió con esta mirada. Y determinó que Fontanetto deberá permanecer al menos durante 6 años, en una clínica psiquiátrica para recuperarse de sus adicciones. Para abril del 2028, ya no intervendrá la parte Penal de la Justicia, sino que lo hará la Civil.
Sergio Fregona, abogado defensor de Fontanetto, realizó declaraciones a la prensa luego de fallo y dijo: “se hizo justicia. Al momento del hecho, Fontanetto no estaba plenamente en sus cabales. Estuvo con mucha ingesta de cocaína y marihuana, incluso se probó con médicos, que estaba fuera de sí. Esto lo determinó una Junta Mental de la Provincia de Santa Fe”.
“Seguirá detenido y deberemos llevarlo a un grupo terapéutico con el cual va a trabajar y que va a tener que elaborar informes que indiquen los pasos a seguir. En algún momento, comenzará con las salidas para visitar a su madre, los fines de semana. Toda persona que haga la persona voluntaria (en su caso, es involuntaria) tiene esa posibilidad, de salir por algún momento. Estamos hablando de un flagelo que no tiene cura: siempre hay que estar atrás del paciente”, dijo Fregona.