Carta de una rafaelina a la Selección: “era boba antes de la Scaloneta”

La autora quiere que se viralice para que llegue a la Scaloneta antes del domingo. ¿La ayudamos?

Carta de una rafaelina a la Selección: “era boba antes de la Scaloneta”
La celebración del equipo nacional luego de meterse en la final de Qatar 2022. (Prensa Fifa).

Mariela Eier es una profesora de Lengua y Literatura que muchas veces endulza los oídos de los habitantes de Rafaela con su voz, particularmente de canciones Latinoamérica. Y aprovechó las redes sociales para escribir qué le pasa con la Scaloneta, la Selección de fútbol masculino que, tras vencer 3 a 0 a Croacia, jugará este domingo la final de la Copa del Mundo.

Bajo el atractivo título “Era boba: antes de la Scaloneta”, publicó en las redes sociales un texto que rápidamente se viralizó y que pidió que se viralice para que llegue a los chicos en Qatar. A continuación, la carta:

Era de las que no creía. Era de las que no entendía. De las que juzgaba, tildando al fútbol de fanatismo idiota.

Hasta que llegó esta Selección. Y me volví la fanática más tarada del planeta.

Empecé a entender el juego y comprendí que tenemos un monstruo que hace cosas increíbles con la pelota, y es nuestro.

Entendí que dejarse llevar por una linda locura, no es olvidar que el país se cae a pedazos. No es ignorar que tenemos un dólar que pasa los 300 pesos y una vicepresidenta condenada por la justicia, sueldos muy por debajo de la inflación, gobiernos corruptos e inoperantes, una educación en caída libre. No es dejar de saber que cuando vas a las urnas, en vez de poder elegir a quien te va a representar y hacer las cosas como debe, tenés que elegir a quien crees que menos te va a robar. No, no nos olvidamos.

O bueno, sí, por un ratito. Y es gracias a estos pibes. Por un ratito ves al país sin grietas (porque los antimessi ni siquiera cuentan), riendo o llorando de alegría, saltando juntos, en un mismo abrazo. Miles de argentinos pasándose fórmulas de cábalas y teorías milagrosas por las redes.

Quizás me puse vieja y entendí que hay que dejarse ser feliz, y así me puse menos prejuzgona. Seamos fanáticos idiotas de esta Selección.

Si hay gente fanática irracionalmente del que te roba y miente todos los días, mirá si no voy a poder ser fanática de estos chicos.

Mirá si no voy a bancar a un tipo que se volvió a levantar miles de veces, desde las primeras pichicatas, que se banca el odio cuando no le salen bien las cosas y la presión de una idolatría desmedida cuando aparece su magia. Pero sigue, siempre sigue, “como un perro” tras la pelota y tras su sueño, y hoy con 35 años nos está brindando su mejor show, porque nunca se rindió (para los bobos que lo miran por tv). Y no importa si no traés la copa Crack, esto no deja de ser un juego, y para mí (para muchos), vas a ser siempre el mejor de todos los tiempos, porque sos también ejemplo de persona y de carácter. A cuántos opinólogos con título de periodistas tendrías que haber mandado “pá llá” y no lo hiciste.

Mirá si no me voy a fanatizar con el sueño de Julián, que te lo re cumple, y te corre desde la defensa de un córner hasta el arco rival y se lanza como Spiderman contra todos y todo, lo abraza a su ídolo, y le da la entrevista a la cámara con una sonrisa desbordante en su cara de niño con juguete nuevo... como ese que soñaba jugar con Messi.

Mirá si no voy a bancar al Toro, que seguro se putea por las noches porque esta vez no le está saliendo, pero igual fue al frente ante los naranjas, firme y desafiante, y demostró una vez más ser un guerrero.

Mirá si no me voy a encariñar con Rodrigo, con su gustito a las luces, al discurso, su aspiración de guardaespaldas del 10, pero que sobre todo entendió que no son más que “personas jugando al fútbol”.

Y con el Dibu que se sale de todos los planos, guardián extraordinario, que viene comiéndose al mundo desde abajo.

Mirá si no me voy a poner manija con este mundial, que puedo compartir con amigas locas como yo, porque el fútbol ya no es más sólo cosa de hombres.

Mirá si no voy a creer y emocionarme con estos chicos, que tienen hambre de gloria, ilusión de sueños, que ponen más huevos por la bandera que cualquiera de nosotros en nuestros laburos diarios.

Estos pibes que nos están enseñando lo que es ser un grupo que se quiere y se banca, que nos demuestran lo que es ser un equipo y que sólo así se logran grandes cosas, que lloran y bromean como niños sin vergüenza ante millones de espectadores. Esta nueva generación, que le enseña a los niños y niñas que es válido soñar y esforzarse por llegar a dónde sea.

Y con este D.T, líder humilde, centrado, que habla con los pies sobre la tierra, líder indiscutible, que cuando gana sale corriendo a festejar con su familia, que maneja la Scaloneta entendiendo desde el primer día que hay que ir pasito a pasito, sabiendo que la gloria no es una copa, que la gloria está en dejarlo todo, disfrutar del buen juego, recibir y dar el amor que floreció con esta Selección.

Y yo que era de las que no entendía.

Seamos felices por un rato, que se nota lo andábamos necesitando. Dejame gritar, dejame ilusionarme, “aguante corazón aguante”, y qué me importa si es un fanatismo idiota, qué me importa si soy feliz.

MARIELA EIER

14.12.2022