La salida de la cuarentena estricta en la ciudad de Rafaela hizo que recrudeciera una de las preocupaciones previas a la declaración de la pandemia: la inseguridad. En este sentido, lo ocurrido a un comercio de calle Brasca al 900, en el Barrio Jardín, marca el actual estado de situación: avisaron a la policiía por una posibile actividad delictiva y, como no concurrieron, el robo se concretó igual. Este es el cuarto que los dueños deben enfrentar a lo largo de este año.
Darío, propietario de comercio, contó que "este domingo a las 19.15 fuimos otra vez blanco de esta gente que no tiene nombre. Había dos chicas y fueron amenazadas con un cuchillo. Se lo pusieron en el pecho y en la garganta. Se llevaron lo que había en la caja registradora y le llevaron los bolsos y los celulares de las chicas. El robo duró un minuto". Se llevaron $13.000 de recaudación, a lo que hay que sumarle el resto. "Trabajamos para salir adelante, la plata es lo de menos. Las chicas quedaron mal", añadió.
Pero el dato más relevante es que "hacía media hora que estaban dando vueltas alrededor de mi auto, queriendo romper el vidrio del costado. Sabían que ponía un bolso en la guantera". Una vecina, que tiene cámaras de seguridad, había advertido esto y llamó a la policía. "No pudieron venir porque estaban con otro caso. Después me lo explicó el comisario que en calle Falucho había un tiroteo y no tenían móviles para acercarse. No tienen gente", dijo Darío. Las sospechas recaen sobre dos menores de edad, conocidos en el sector.
"Si voy a la casa y le rompo todo, entro en la misma de ellos y no quiero. Llo que quiero es que venga alguien y me diga como podemos cambiar esto. Que se acerquen y hablen con nosotros. Nadie hace nada. Somos tierra de nadie", completó.