A un año de la primera cuarentena en el país, la vida y el trabajo de todos cambio rotundamente. Vía dialogó con quiénes estuvieron y están en la primera línea contra ésta pandemia.
El Oficial Inspector Bray Juan Pablo de 36 años, en la actualidad es encargado del destacamento de Villa Arias de policía seguridad Vial y nos relataba cómo comenzó todo hace un año, “con las noticias que venían de Europa se preveía la inminente llegada del virus al país, los medios de comunicación fueron claves para informarnos de todo lo que acontecía en el mundo. En el momento que se decretó el primer decreto por necesidad y urgencia donde se instauró la cuarenta obligatoria, me encontraba trabajando en el Comando de Patrulla Bahía Blanca, todo cambió”.
“La prevención se focalizó en prevenir que solo circularan la personas esenciales y seguir previniendo la comisión de delitos en general, costó mucho que la gente comprenda la gravedad de la situación. Lo peor de todo era volver a casa y llegar con la familia con el miedo de traer el virus y que ellos se enfermen”.
“Además por el desconocimiento extremé las medidas de higiene, al punto de sacarme la ropa en el patio, se terminaron los abrazos de bienvenida, la pérdida de contacto con mis padres y hermanos. Luego, con el paso del tiempo todos nos fuimos relajando y siempre respetando los distanciamientos los relaciones se fueron normalizando. No hubo juntadas con amigos ni compañeros”.
En relación al trabajo manifestó, “continuamos trabajando en los horarios habituales, se nos pidió compromiso y redoblar esfuerzos”.
“En la actualidad, sin saber cómo me contagie de Covid en el mes de Enero, cursé la enfermedad bastante bien, un poco de fiebre y dolor de cuerpo, pero seguimos trabajando en la prevención recordándole a la gente que aún estamos en pandemia”, agregó.
César Zavatti de 40 años, es cirujano general especialista en laparoscopía, paredes abdominales y cáncer de piel. Desarrolla su actividad en Hospitales y en consultorios de nuestra ciudad. Sobre la pandemia nos contaba, “Me enteré por la televisión como todos sobre la cuarentena, y el cambio fue rotundo porque se sumó el hecho de que Laura (su pareja también médica) se fue a hacer la especialidad a Capital, y entonces quedé a cargo de la casa”.
Agregó, “Además, se fue mucha gente de los centros hospitalarios en donde trabajo, por ser personal de riesgo y eso aumentó nuestro labor. En casa me organicé básicamente concentrando todo el trabajo en la mañana y siesta, así el resto del día me encargo de la tareas domésticas y de los chicos”.
“Seguí atendiendo pacientes en los consultorios con un estricto protocolo y en mi hogar me armé la entrada por otro lado, para poder bañarme antes de entrar. Además de lo asistencial soy instructor de Residentes en Hospital Naval, por lo que las clases y toda la actividad académica como también la actividad de secretaría de salud pública de la Asociación Médica de Coronel Rosales, del cuál soy secretario, se hizo de forma virtual y presencial”, manifestó .
“Y como importante el año pasado creamos la Asociación de Profesionales del Eva Perón y Salas Médicas (Aprosa Coronel Rosales) de la que soy presidente”, indicó.
“Por suerte, más allá del agotamiento que es lógico y común a todos los que estamos en este mismo lugar, me siento esperanzado, esperando que ya mi pareja vuelve en poquito tiempo para poder reestructurarnos, tanto en el trabajo como en casa”.
