Pasaron 15 años. Lautaro Martínez acompañaba a su papá Mario "Pelusa" Martínez a todos lados como mascota de Rosario Puerto Belgrano en aquella campaña que terminó con el histórico ascenso al Argentino "A".
"Pelusa" había llegado un año antes al club de nuestra ciudad. Pese a ser puntaltense toda su campaña la hizo en Villa Mitre, donde forma parte de la historia al ser un jugador muy importante en la exitosa década de los ´90 en el club tricolor. Campaña que terminó con el épico ascenso al Nacional "B" superando a Douglas Haig en Tandil.
En Rosario el defensor fue titular indiscutido y pieza clave del ascenso al Argentino "A", una hazaña sin antecedentes ni comparaciones en la historia del deporte de Punta Alta.
Por aquellos años era habitual ver a Lautaro con la pelota en el predio del estadio tricolor en Humberto y Villanueva.
"Pelusa" siguió su carrera en Liniers donde siguió ganando títulos. Allí Lautaro se formó como futbolista, explotando en la selección de la Liga del Sur sub - 15.
Pronto llegó el debut en la primera liguista con el "Chivo", y en poco tiempo la ida a Racing y la historia conocida, la más reciente que lo llevó a la Selección Argentina y a ser el delantero que hace soñar a todo el país futbolero, a ser una de las banderas de la demorada renovación del equipo nacional y a transformarse en un jugador por el que el Barcelona podría pagar más de 120 millones de euros.
Lautaro, el "rubiecito" que hace 15 años era mascota y corría con una pelota pegada al pie en Punta Alta.