Esta madrugada, nuevamente el Bowling Strike en Posadas, ubicado sobre la avenida Mitre y calle España, fue clausurado a raíz de la denuncia por los ruidos molestos y aglomeración de personas por parte de los vecinos de la zona.
Los vecinos del lugar denuncian que el lugar, que está ubicado sobre la avenida Mitre de la ciudad, continúan los disturbios a pesar de las veces que el lugar fue clausurado. Señalaron que las denuncias nunca cesaron y que el procedimiento de ayer fue logrado tras días de quejas, cuando labraron un acta por superar el nivel de ruido.
Además comentaron que un vecino que salió de testigo en el marco de las denuncias, responsables del Bowling increparon al sujeto e intentaron agredirlo.
Los vecinos denuncian que en lugar, cada fin de semana, jóvenes descontrolados y alcoholizados protagonizan disturbios a la salida del Bowling Strike. Hace exactamente una semana atrás, se dio otra fiestas clandestinas donde jóvenes violentos y fuera de control arreglan sus problemas a los golpes.
No se sabe exactamente cuántas son las clausuras con las que cuenta ya el Bowling Strike pero lo que sí está más que claro es que es que la rentabilidad de la venta de alcohol es tan importante que “conviene” soportar los reclamos y abonar las multas, y continuar con el negocio.
El pasado 6 de septiembre hubo otra vez un evento de violencia que fue grabado y registró la batalla campal que se generó sobre la calle España. Con esto y las constante denuncias de los vecinos ante las autoridades a la Municipalidad de Posadas, las fiestas clandestinas y posterior descontrol a la salida del Bowling Strike de Posadas se vuelve a repetir semana tras semana.
Piden algún tipo de solución, que permita que no dejen a los empleados en la calle, pero que haya una manera de garantizar que el lugar sea utilizado con el fin para el cual están autorizados y adecuados, como Bowling.
Testigos afirman que en las últimas semanas, en un momento determinado de la noche, pasadas las 22 horas aproximadamente, las cortinas negras se corren para así imposibilitar la visión desde afuera y, la música aumenta superando los niveles permitidos, hasta altas horas de la madrugada.
Es importante aclarar que los bares aun no cuentan con la autorización por parte de las autoridades para realizar fiestas dentro del establecimiento. Aún continúan los estrictos protocolos por la pandemia del coronavirus, aunque se afirma que a medida que avance la vacunación en la sociedad, de a poco se iría habilitando los eventos y volviendo todo a la normalidad a la que estábamos acostumbrados.
Los vecinos ya no saben que hacer, como Pablo Hodko quien tiene su propiedad lindante al Bowling Strike, el hombre se encuentra con su mujer embarazada. Incluso tomó la decisión de cada fin de semana buscar otro lugar donde dormir, para descansar como se debe ya que al otro día debe trabajar.
“Efectivamente volvieron a habilitar el Bowling Strike y, sigue funcionando como boliche y no como Bowling. Tengo entendido que la Municipalidad de Posadas los habilitó para trabajar como Bowling y bar pero no así para hacer fiestas y tener el volumen en los decibeles que tienen” indicó el vecino.
Agregó además que “los ruidos son hasta las 4 de la mañana. Si bien ellos están de fiesta, nosotros tenemos que descansar para levantarnos temprano al otro día e ir a trabajar”, relatando el calvario de varios vecinos de la zona que se despiertan a las 6 de la mañana para ir a sus respectivos trabajos.
“Mi señora estaba embarazada y, estamos lindantes al Bowling. No es solamente el ruido, sino también las vibraciones. La Municipalidad los obligo a modificar esto. Yo ya no llamo mas, porque uno llama cuando ellos llegan, los del Bowling bajan el volumen”. expresó el hombre.
Incluso, para demostrar los hechos, los vecinos adquirieron medidores del sonido emitido a alto volumen, que registró en las últimas madrugadas desde una vivienda cercana 44 decibeles, y ya en la vereda de la misma a 55 decibeles.
“Tomo la iniciativa de irme los fines de semana porque mi señora está embarazada. Conocidos me prestan la casa a las afueras de la ciudad o me voy a un hotel, para así poder descansar. No es lo recomendado pero así le puedo dar un poco de tranquilidad a mi mujer que está embarazada”, contó el hombre, que debe salir de su hogar para poder dormir en paz.