El esperado Superclásico para definir la Copa Libertadores terminó en un gran escándalo, luego de que el micro que trasladaba al plantel de Boca fuera atacado a piedrazos en inmediaciones del Monumental.
El partido quedó postergado hasta nuevo aviso y generó el malestar de toda la gente de River que ya se encontraba en el estadio. El presidente de la filial riverplatense de Posadas compartió la experiencia que vivió el contingente de hinchas que partió desde Misiones para vivir una jornada histórica en Capital Federal.
"Entramos al estadio normalmente, no sabíamos nada. La voz del estadio era la única que nos informaba, que nos decía que se postergaba para las seis de la tarde (aguantábamos hasta las seis de la tarde). Después, nos decían que jugábamos a las 19:15 donde ya salieron los árbitros a precalentar, tiraron un par de conitos, para que los jugadores hagan el precalentamiento. Ahí, la hinchada obviamente pensaba que se iba a jugar. Entonces empezaron a preparar el cotillón y a seguir con todos los preparativos de estas fiesta, y después nos enteramos por medio de comunicaciones que se suspendió el partido. Ya ni siquiera la voz del estadio lo informó", expresó Eduardo Martínez di Pietro, en declaraciones publicadas por El Territorio.
A su vez, indicó que entre el sábado y el domingo debieron quedarse a dormir en el micro, ya que no tenían más dinero encima.
"Estábamos muy desilusionados, vinimos tristes. Sentimos que nos faltaron el respeto, antes que nada como seres humanos. A River también reclamarles como socios, porque somos todos socios y sentimos que no fuimos defendidos por el club, nos sentimos vulnerables", señaló Di Pietro.
"Creo que el sábado fue el golpe más duro, porque vamos a ser sinceros ganó la violencia. No estamos preparados como sociedad, imagínese si hubiera visitantes, esperábamos lo peor", concluyó.