Un menor de 12 años permanecía hasta este domingo por la noche internado en grave estado en el Hospital Pediátrico de Posadas, luego de haberse disparado en la cabeza con el arma reglamentaria de su padre, un sargento de la Policía de Misiones.
La primera versión indicaba que el niño se habría autoinfligido la lesión a causa de las reiteradas discusiones entre sus padres, aunque estos rumores fueron negados por los propios progenitores.
Según relataron los familiares a El Territorio, cerca de la medianoche el chico salió de una habitación con el revólver en la mano y amenazando con suicidarse, afirmando que sus compañeros de colegio le decían que era un "burro" por no haber pasado el examen de ingreso al secundario.
Un pariente cercano aseguró que el joven sufría bullying en el ámbito escolar: "Se burlaban de él por los anteojos, porque estudiaba en el recreo con sus libros".
A pesar de que su padre intentó persuadirlo, el menor terminó disparándose, por lo que fue llevado de urgencia al Hospital Pediátrico "Dr. Fernando Barreyro", donde se encuentra hasta el momento en grave estado y con asistencia respiratoria, luego de haber sido sometido a una intervención quirúrgica.
El caso fue catalogado como "intento de suicidio" por la Justicia local. Por cuestión de jurisdicción, tomó intervención la Comisaría Decimoprimera, mientras que la Policía Científica realizó las pericias en el hogar del barrio Cocomarola Oeste, donde ocurrieron los hechos. En ese sentido, se incautó la pistola 9 milímetros perteneciente al sargento, y también se hicieron pruebas de parafina, las cuales dieron negativas al funcionario público y su mujer.