El presidente de la Liga, Nelson Castelli, advirtió que de persistir la actitud de los padres, se jugarán los partidos sin público.
El presidente de la Liga Posadeña de Fútbol, Nelson Castelli, adelantó que tras el escándalo que obligó a suspender un partido de la categoría 2006 entre Huracán y Guaraní el sábado pasado, los partidos ya no se jugarán en canchas sin perímetro que separe a los padres de los futbolistas. "No va haber sanciones para los clubes pero si se les va cambiar de estadio. Los partidos se van a terminar jugando en los estadios de la Liga que tienen perímetro para separar a los padres de los chicos y de persistir estas actitudes, lamentablemente se jugará sin público", afirmó el dirigente.
Castelli lamentó lo ocurrido el sábado en la cancha de Huracán, cuando el árbitro Lucas Suárez, decidió suspender el partido debido a un intercambio de insultos entre los padres de ambas parcialidades y cuya violencia llegó hasta el campo de juego cuando algunos comenzaron a gritar "partile, rompele, pegale".
"Lo primero que tratamos de transmitirles a los chicos es una escuela de valores. El buen comportamiento, el ser amigos, educados, valores que va logrando el niño a través de sus compañeritos en el fútbol. Hechos como el del fin de semana alejan a los propios niños del fútbol cuando ven insultando a sus padres desde las tribunas", aseguró y advirtió que en algunas situaciones algunos padres hacen bullyng contra los propios compañeros de sus hijos.
"Hay algo más grave y es que atacan a los mismos compañeritos de sus hijos, a los que integran el mismo plantel que sus hijos. Hay como un bullyng dentro del mismo equipo por sus padres. Cuando termina el partido atacan al técnico y le dicen 'aquel no puede jugar, ese gordito es un desastre'", señaló.
El directivo reflexionó que los niños van a competir pero sobre todo a divertirse con sus pares y que los padres deben bajar los decibeles para enseñar a sus hijos los verdaderos valores del deporte.