Desde compartir nuestra cama hasta ofrecerles restos de comida, los perros y nosotros a menudo adoptamos hábitos que, aunque parecen inofensivos, pueden representar riesgos para su bienestar. Estos comportamientos, al ser tan comunes y pasar desapercibidos, los veterinarios advierten que es crucial reconsiderarlos para proteger su salud.
Comportamientos que los expertos indican que son peligrosos
- Jugar con palos: Ya sea que los perros los recojan por su cuenta para morderlos o que se los lancen para que los atrapen, los palos representan uno de los peligros más comunes. Al morderlos, pueden desprenderse astillas que, al clavarse en la boca o la garganta del animal, podrían llegar a ser fatales. Además, al intentar atraparlos en el aire, los palos pueden golpearles de manera que uno de sus extremos se clave en el cuerpo del perro.
Los veterinarios recomiendan sustituir los palos por juguetes seguros, como pelotas de tenis, discos de frisbee o juguetes específicamente diseñados para perros, los cuales minimizan el riesgo de daño.
- Comida humana: Muchas personas suelen dejar algo de su comida para sus perros durante las comidas, lo cual no es necesariamente perjudicial, pero es fundamental tener cuidado con lo que se les ofrece, ya que muchos de los alimentos son dañinos para ellos, afirman los veterinarios.
Entre estos se encuentran el chocolate, el café, las bebidas alcohólicas, la palta, las uvas, las pasas, la cebolla, así como el corazón y las semillas de las manzanas. Además, hay sustancias que resultan tóxicas para los perros en grandes cantidades, debido a que no las metabolizan adecuadamente, como la sal, el azúcar, los alimentos fritos y las grasas presentes en la comida de gato.
- Colocar arnés y no collar: Lo más adecuado es utilizar un arnés, la razón es que, cuando el perro tira de la correa, el collar ejerce presión sobre los huesos del cuello, lo que puede provocar lesiones, especialmente en perros pequeños o en aquellos que tiran con fuerza.
Los profesionales indican que el arnés de paseo es una opción más segura, ya que distribuye la presión sobre una superficie más amplia y sobre huesos menos vulnerables que los del cuello. Para perros fuertes o potencialmente agresivos, el arnés reduce significativamente el riesgo de lesiones en la tráquea, además de ofrecer un mayor control y sujeción.
- Evitar que el perro ingrese al baño con el dueño: Muchos perros siguen a sus dueños a donde quiera que vayan, incluso al baño. Esto puede ser peligroso para los animales, ya que podrían sentirse tentados a beber agua del inodoro, lo cual puede causarles intoxicaciones debido a los productos químicos presentes en el agua. Esta es una de las razones por las cuales se recomienda mantener la tapa del inodoro cerrada.
Además, en el baño suelen encontrarse restos de productos de higiene personal como jabón, gel o shampoo, que pueden ser tóxicos para los perros. A su vez, muchos perros tienen la costumbre de “robar” objetos de la casa y podrían apoderarse de un tubo de pasta de dientes descuidado, dañándolo con sus dientes.