Otra vez, las calles porteñas se verán con un escenario de cortes y posibles acampes en el centro de la Ciudad, en medio de un nuevo reclamo por parte de los movimientos piqueteros por la situación social y económica. Durante la mañana de este jueves, comenzarán a llegar las columnas hacia la zona del Ministerio de Desarrollo Productivo, mientras el ministro Juan Zabaleta investigará las “situaciones irregulares” en el manejo de los planes sociales.
Tras varios rumores de que habría un encuentro entre Zabaleta y los representantes de la Unidad Piquetera, finalmente el ministro decidió que no habrá una reunión. Todo se da en el marco de las denuncias sobre el porcentaje que se quedan los movimientos de los planes sociales.
“El ministro vuelve a mentir rompiendo su compromiso de recibirnos. Frente a esta situación no nos queda otra medida que llevar adelante la acción votada en el plenario del lunes y profundizar las medidas”, comunicó la Unidad Piquetera. “Lo atribuimos a que no tienen respuestas, por el ajuste en marcha”, dijo a TN Eduardo Belliboni, del Polo Obrero (PO).
Sin embargo, también desde el entorno del ministro aseguraron que “ya se los recibió siete veces desde que es ministro”, pero continúan con “la calle cortada”.
Las investigaciones por el reparto de los planes sociales
El Polo Obrero admitió que les descuentan a sus adherentes un 2% de cada uno de los planes sociales para financiar el alquiler de comedores y merenderos, sumado a gastos logísticos y de transporte de la mercadería.
En ese marco, Zabaleta empezó a auditar todas las denuncias que se están haciendo desde el entorno de los piqueteros sobre los dirigentes. Cabe remarcar que no existe una legislación que permita esta situación con las ayudas estatales.
En un comunicado, el sector de la izquierda señaló: “El movimiento piquetero sostiene, sin apoyo del Estado, miles de comedores populares en todo el país. Para eso es necesario, como cualquiera sabe, tener un lugar donde hacer la olla popular y, por lo tanto, pagar alquileres, comprar una garrafa, pagar los fletes para trasladar los alimentos que el Estado no entrega en la puerta de cada comedor, sino en un depósito Central. Gastos que debiera financiar el Estado”.
“En función de este objetivo, en el Polo Obrero, las asambleas votan un aporte voluntario del 2% de los ingresos. En las asambleas del Polo, se rinde cuentas sistemáticamente sobre los ingresos y gastos y se aprueba colectivamente el destino de los recursos”, agregó.