Este domingo por la tarde, militantes de La Campora volvieron a cortar la calle en las inmediaciones del edificio en el que vive Cristina Kirchner en Recoleta y esperaron por su regreso, ya que en horas del mediodía se fue a almorzar con su hija Florencia.
Alrededor de las 13:00 y escoltada por la custodia, la Vicepresidenta saludó a las personas que estaban presentes para luego subirse a uno de los vehículos oficiales que, junto a otros dos detrás, enfilaron en caravana sentido a Plaza Montevideo.
Luego, la expresidenta se dirigió hacia el barrio porteño de Monserrat donde vive su hija, con quien tenía previsto juntarse a comer este domingo.
Los organizadores de la vigilia K abrieron la calle para que pase al auto que trasladaba a Cristina Kirchner y en su llegada, arengó a la militancia para luego ingresar a su domicilio.
De a poco, el millar de militantes que la esperaba empezó a desconcentrar. Los que quedaron, se subieron a la vereda para permitir el paso del tránsito.
Según confirmó la Ciudad, no hubo despliegue policial en la zona y La Cámpora aseguró que la movilización “debería terminar para el lunes”.