Edgardo Kueider pidió a la Justicia que declare la nulidad de la sesión del Senado en la que fue expulsado y lo restituya en su banca, mientras la jueza Sandra Arroyo Salgado ordenó nuevos allanamientos sobre propiedades y el despacho del entrerriano, quien cumple prisión domiciliaria en Paraguay luego de que las autoridades aduaneras lo detuvieran con 200.000 dólares de origen sospechoso.
Kueider presentó un amparo que recayó en el Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal Nro 6, a cargo de Enrique Lavié Pico, reclamando la nulidad de la sesión. El argumento es que Victoria Villarruel no podía presidir el debate porque se encontraba en ejercicio del Poder Ejecutivo debido al viaje del presidente Javier Milei a Italia, aunque en ese momento, según aclaró la vicepresidenta, no había un acta de traspaso de mando firmada.
El ahora exsenador también consideró que su situación debía tratarse en la Comisión de Asuntos Constitucionales (que él mismo presidía y ahora quedó en manos de un senadora kirchnerista, Sandra Mendoza), y advirtió que no tuvo derecho a defensa. Con su presentación, busca frenar la jura de su reemplazante, la dirigente de La Cámpora Stefanía Cora, quien debería asumir en la próxima sesión del Senado.
Paralelamente, la jueza Arroyo Salgado dispuso allanamientos en el marco de otra causa donde se investiga a Kueider por presunto enriquecimiento ilícito y cobro de coimas de la empresa de seguridad Securitas a Enersa, la firma estatal de Energía de la provincia de Entre Ríos, de la cual el exsenador era director.
Una de las requisas tuvo lugar en el barrio porteño de Recoleta y las fuerzas federales extrajeron material para la investigación, como teléfonos, pendrives y discos de almacenamiento. La jueza también ordenó un procedimiento sobre el despacho del senador: tenía una oficina en el tercer piso del Palacio y otras dos secundarias en el quinto piso del Anexo. Todas habían sido fajadas este jueves como medida de seguridad.
Estos allanamientos se suman a una docena realizados este jueves, en paralelo a la sesión del Senado, sobre propiedades en Entre Ríos, provincia y Ciudad de Buenos Aires. Además, la jueza había pedido el desafuero y la detención de Kueider, lo que llevó a varios senadores que pedían la suspensión a votar finalmente por la expulsión.
Las distintas posturas sobre el Caso Kueider
Mientras tanto, continúan los cruces políticos por el caso. En una reunión de cierre de año del Consejo Nacional del PRO, el expresidente Mauricio Macri calificó la sesión como “un papelón” y “otro atropello a la República”.
“Entiendo que todos estemos indignados con que ese senador cruce con valijas llenas de plata a Paraguay, pero el debido proceso es el que decidió el PRO: suspenderlo sin goce de sueldo, desaforarlo y que vaya a la Justicia, y nunca más iba a ser senador si la Justicia terminaba condenándolo. Pero no saltearse todos los procesos institucionales que corresponden, en una manera obvia de tratar de salvarse todos los que sienten que tienen el culo sucio y tiran a uno por la ventana a ver si las fieras se calman”, subrayó Macri.
El partido amarillo había instado a sus senadores a votar por la suspensión y el desafuero, para darle a Kueider el derecho a defensa. Sin embargo, tres de los siete (entre ellos el cordobés Luis Juez) desacataron el mandato partidario y acompañaron la expulsión que pedía el kirchnerismo, lo que abrió una nueva interna dentro del PRO.
Por otra parte, salió a aclarar su postura el único radical que votó en contra de la remoción, Maximiliano Abad. “El Senado se convirtió en juez frente al caso Kueider. Para hacerlo de manera correcta debió seguir los mismos pasos que los tribunales: recopilar las pruebas, documentarlas, evaluarlas y luego dictaminar”, sostuvo.
Abad, quien preside el partido radical en provincia de Buenos Aires y, al igual que Macri, se inclinaba por la suspensión y el desafuero, denunció en la red social X que “el Senado jugó para la tribuna” y “no se respetaron reglas ni procedimientos”.
Desde Unión por la Patria, la senadora Anabel Fernández Sagasti, que defendió este jueves la postura de su bloque, advirtió que “el Gobierno de Milei sigue defendiendo al exsenador Kueider tratando de embarrar la cancha” y “la vicepresidenta debe admitir que juega para otro equipo”. “En el medio, los argentinos”, lamentó.