El presidente Javier Milei armó una megareunión en busca de dar una señal de apertura al diálogo y gobernabilidad y sentó en la misma mesa a todo su gabinete y 20 gobernadores. La convocatoria incluyó a los mandatarios afines y opositores dialoguistas y excluyó a los cuatro peronistas más radicalizados.
La Casa Rosada pretende utilizar los 40 días que restan hasta el recambio parlamentario para avanzar en los acuerdos políticos que le permitan un rápido tratamiento de las principales leyes que marcarán la segunda parte de su mandato.
La prioridad es la sanción del Presupuesto. En Balcarce 50 lo consideran clave porque sería el golpe final para comprimir el Riesgo País a la zona de 400/500 puntos. Eso permitiría la refinanciación de vencimientos del año próximo y encauzar el plan económico.
En tanto, en el Congreso el oficialismo aguardaba el resultado de la cumbre para acelerar el trámite parlamentario.
Según supo este medio, el presidente de la Comisión de Presupuesto, “Bertie” Benegas Lynch, quiere convocar el lunes a una reunión de la Mesa de Diálogo que conforman con el presidente de la Cámara, Martín Menem, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman y los jefes de bloque no kirchnerista. El fin sería ajustar los detalles para la discusión que tendrá lugar el día siguiente en la comisión, durante la cual se podría emitir dictamen.
En caso de que exista consenso con los gobernadores y se avance el algún acuerdo con la oposición, la discusión del presupuesto no esperaría hasta el cambio de composición parlamentaria. Ese sería el escenario ideal para el oficialismo.
Pasado el Presupuesto, será el turno de la reforma laboral y tributaria, en ese orden, y con distintos tiempos de aplicación. También se tratará la reforma del Código Penal.
Los jefes provinciales ingresaron por la explanada y fueron trasladados al Salón Eva Perón eludiendo a la prensa y más tarde se retiraron de la misma manera.
Como cierre, el vocero presidencial, Manuel Adorni, leyó una declaración donde destacó la decisión de los gobernadores de acudir a la cita.
Quiénes dijeron presente y quiénes faltaron
Además de Llaryora estuvieron en el Salón Eva Perón de la Casa de Gobierno, Alberto Weretilneck (Río Negro), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Hebe Casado (Mendoza; Alfredo Cornejo adujo problemas de agenda), Carlos Sadir (Jujuy), Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires), Ignacio Torres (Chubut), Raúl Jalil (Catamarca) Osvaldo Jaldo (Tucumán), Hugo Passalacqua (Misiones), Zulema Reina (vice de Neuquén, Rolando Figueroa había estado el jueves en Buenos Aires firmando acuerdos con Luis Caputo) y Claudio Poggi (San Luis).
También participaron, Gustavo Sáenz (Salta), Marcelo Orrego (San Juan), Silvana Schneider (vicegobernadora de Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Claudio Vidal (Santa Cruz).
No fueron convocados los peronistas, Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela, La Rioja, Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melellas (Tierra del Fuego). Horas antes de la reunión, Kicillof señaló que en caso de haber sido invitado hubiese participado de la reunión más allá de las diferencias que mantiene con el Ejecutivo Nacional.
La apertura al diálogo hacia las distintas fuerzas políticas es una de las exigencias no solo de los Estados Unidos, sino de la comunidad internacional, concentrada principalmente en el FMI.
Los representantes globales quieren que las estratégicas leyes que deben salir del Congreso tengan un amplio consenso para que a futuro no haya cambios que puedan afectar las inversiones que están a tiro de activarse.
Solo por el RIGI hay proyectos presentados por U$S 35.000 millones y aprobados por U$S 15.700 millones. Pero al momento, lo efectivamente invertido es ínfimo y un marco jurídico adecuado, que además fomente la baja del riesgo país para la obtención de créditos resulta determinante.
Antes de la reunión formal, Torres y Vidal mantuvieron un encuentro con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, donde le plantearon la quita de retenciones para las exportaciones de petróleo convencional. El pedido se basa en la caída de la explotación del recurso y la salida de YPF de algunas zonas.
Cambios en el gabinete
El encuentro tuvo la particularidad de que los gobernadores se vieron cara a cara con un gabinete que tal vez no sea el mismo en pocos días. En principio, Milei había decidido evaluar con más tiempo los cambios, pero para evitar ruidos lo haría en breve.
La modificación más resonante sería “el corrimiento” de Francos a un lugar aún no especificado, pero de rango más acotado. Su lugar sería ocupado por Manuel Adorni.
Este movimiento abre el camino para el ascenso del asesor presidencial, Santiago Caputo, a quien se le diseñaría un cargo específico desde donde tendría el manejo de las inversiones; incluso no se descarta la creación de un nuevo ministerio.
Con estos movimientos, Milei busca mantener el equilibrio en el “Triángulo de Hierro”, dado que a Adorni se lo cuenta en las filas de Karina Milei.
El reemplazo de Patricia Bullrich en Seguridad, sería su segunda, Alejandra Monteoliva, y en lugar de Santiago Cúneo Libarona en Justicia sería tomado por Sebastián Amerio. Aún resta definir el sucesor de Luis Petri en Defensa.
En el área económica, aún falta designar de manera oficial al Secretario de Finanzas, tras la salida de Pablo Quirno a Cancillería.































