Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno porteño y postulante derrotado en la interna presidencial de Juntos por el Cambio, reapareció en la escena mediática y habló de la derrota frente a Patricia Bullrich. Dijo que todavía procesa el golpe y que las encuestas le hicieron creer que podía llegar a ser presidente, un sueño que finalmente quedó trunco.
En diálogo con el periodista Luis Novaresio en LN+, Larreta se refirió este jueves a su fracaso electoral en las PASO de agosto y aseguró haber estado hecho “mierda”.
“Estoy recuperándome del golpe. Tuve unos primeros días muy duros, muy golpeado, estaba hecho mierda al principio. Tenía ilusión, me preparé y estudié mucho. Más allá de mi experiencia pública en la Ciudad (de Buenos Aires), años de conocer el Estado, los últimos años me metí, aprendí, conocí el país, fui a lugares donde nunca había estado”, relató.
“Le dediqué mucho tiempo a qué hacer en la Argentina. Te soy sincero, la verdad es que tenía mucha ilusión, con lo cual las primeras semanas fueron muy duras. Hoy ya me estoy recuperando y estoy tratando de aprender, sin flagelarme”, admitió.
“Hasta el domingo a las 18 (el de las PASO) pensaba que podía ganar la interna. Sabía que era peleada, pero sinceramente no la vi venir, mirá que ando mucho en la calle. Imaginate en el búnker, con amigos de toda la vida, familia, pareja, hijas, todos con la expectativa”, recordó.
Entonces, el jefe de gobierno de CABA manifestó que subir al búnker de Juntos por el Cambio aquella noche luego de perder fue “una de las situaciones emocionalmente más difíciles que me tocó en la vida”. De todos modos, Larreta insistió en que está convencido de que “Patricia Bullrich es la mejor candidata”.
“Es bueno pasar el duelo sanamente, sufrirlo, entenderlo. Las primeras semanas tenía angustia, opresión en el pecho, que no querés levantarte de la cama y te preguntás ‘ahora qué voy a hacer’. Estoy saliendo, tratando de canalizar constructivamente. Estoy mejor ahora”, amplió sobre su estado.
Además, Larreta señaló que recibió una gran cantidad de “llamados cariñosos, pero que son de pésame”.
“Ser presidente es un medio, no puede ser un objetivo en sí mismo, en la vorágine a veces uno confunde, pero yo en realidad quiero cambiar el país. Siendo presidente tenés más herramientas, pero no es la única manera y no tiene que ser una obsesión. Mi carrera no terminó”, vaticinó sobre su futuro.