Fabiola Yañez avanzó con la denuncia en contra de su exmarido Alberto Fernández por “maltrato físico y mental”. Según la investigación llevada adelante por Clarín existen pruebas de los golpes que el expresidente le propinaba.
El medio confirmó que Yañez se comunicó este martes con el juez Julián Ercolini para solicitarle que desarchive el anexo reservado que recogía las pruebas de “maltrato físico” mientras vivían juntos en la Quinta de Olivos.
A partir de la denuncia, el magistrado dispuso una serie de medidas restrictivas sobre el exmandatario, como no acercarse y moderar los contactos con su expareja y madre de su hijo Francisco.
Yañez se había negado a realizar la denuncia luego de una audiencia por Zoom con Ercolini. En esa oportunidad la mujer no quiso siquiera ver las fotos que le exhibieron ni los chats que había mantenido con María Cantero, la secretaria privada de Fernández. En esos intercambios la exposa del presidente detallaba la situación que estaba viviendo.
El estallido del escándalo
Fue Fernández quien llamó a su expareja, que está viviendo en Madrid, para comentarle que el conflicto estaba por tomar dominio público.
Yañez no quiso denunciar en su momento para “evitar un escándalo” y esquivar la posiblidad de tener que regresar a la Argentina para realizar el trámite.
En tanto, según trascendió, Fernández considera que Yañez busca extorsionarlo para sacarle dinero. También dicen que analiza la posibilidad de ir en contra de la madre de su hijo con una serie de acusaciones fuertes. Pero su entorno le sugirió que “no es la mejor idea” ante una denuncia de este tipo.
La causa puede ser remitida a los tribunales federales de San Isidro o a la justicia penal ordinaria para su sorteo. Eso quedará determinado dependiendo a lo que se le dé prioridad: el hecho de que la víctima no era funcionaria pública, por lo que la Justicia federal no tendría incidencia, o el lugar en donde ocurrieron los supuestos hechos: la Quinta de Olivos.