El precandidato a gobernador de Córdoba por Juntos por el Cambio, Luis Juez, se puso al hombro el veto al ingreso de Juan Schiaretti a la alianza opositora. El senador apareció de sorpresa en la reunión de la Mesa Nacional y rechazó de manera tajante la incorporación del actual mandatario, que sigue sin definirse.
A pesar del impulso del tándem Gerardo Morales-Horacio Rodríguez Larreta, la resistencia de Patricia Bullrich y el rechazo de Juez en persona frenaron la decisión. Los principales socios de la coalición decidieron pasar a un cuarto intermedio sin fecha confirmada, en una reunión donde la tensión escaló como nunca antes.
Juez fue el primero en llegar al Comité Nacional de la UCR, ubicado a metros del Congreso. Recién después lo hicieron los cuatro titulares de los partidos: Morales (UCR), Federico Angelini (PRO), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Pichetto (Encuentro Republicano Federal).
“Nosotros hemos hecho un terrible esfuerzo después de 24 años para estar todos juntos, para dar una pelea, para enfrentar un aparato que lleva casi un cuarto de siglo ganando la provincia de Córdoba, y la verdad que nos perjudica, nos lastima, nos agravia, nos ofende, desorienta al electorado. No encontramos la explicación”, lamentó Juez.
El precandidato viajó en modo relámpago desde Córdoba para ponerle el cuerpo a la causa. Como no tenía garantizado el vuelo por problemas de neblina, se trasladó en auto. “Me hicieron perder un día completo de campaña”, se quejó al irse, esta vez sí en avión, para poder estar presente este martes en la presentación del el expresidente Mauricio Macri en la Bolsa de Comercio.
“He venido a defender lo que nos costó muchísimo tiempo conseguir en Córdoba, que es la unidad de la oposición”, enfatizó en diálogo con la prensa, y agregó: “Sería bueno que nos preguntaran, que nos consultaran, porque en definitiva los que estamos poniendo la cara en Córdoba somos nosotros”.
Juez repitió esas palabras ante los titulares de los partidos y luego se retiró. Los presentes deliberaron y finalmente Morales, muy molesto, pidió levantar el encuentro. No hay fecha definida para reanudarlo, pero queda poco más de una semana para la inscripción de alianzas electorales, que es el 14 de junio.
El nerviosismo en el Comité radical fue palpable: los presidentes de los partidos ni siquiera pudieron realizar una conferencia de prensa conjunta, a pesar de que ya estaba el escenario dispuesto con ese fin. Desde allí, Morales defendió en soledad la alianza con Schiaretti y expandió su enojo.
“La reunión fracasó”, sentenció el radical, quien llamó una y otra vez a “bajar los decibeles” y advirtió que la interna entre Larreta y Bullrich, que sumó ahora un nuevo capítulo, “tiene a Juntos por el Cambio hace tres meses en una meseta y en una caída”.
“No hay riesgo de ruptura, sino de que la gente nos castigue, y con razón, por este nivel de interna que no tiene sentido frente a la situación de la gente”, aseveró, en lo que fue interpretado como una señal de temor hacia el crecimiento del liberal Javier Milei.
Por su parte, Ferraro y Pichetto vieron con buenos ojos la idea de sumar a Schiaretti, pero aceptaron tomarse un tiempo para la definición final, que, estiman, podría llegar esta misma semana.
Hay discrepancias en torno a cuántos avales se necesitan: Morales consideró que “con una mayoría agravada debiera bastar” para ampliar la coalición, pero Angelini opinó que, por una cuestión de “buenas prácticas”, debe existir unanimidad.
El titular del PRO también dejó en claro que la decisión dentro de su partido “se toma de manera conjunta”. “Desde el PRO no estamos a favor de la incorporación, porque escuchamos al interior y sentimos que hay que ser federal, no solamente diciéndolo, sino realmente practicándolo”, dijo.
El santafesino opinó que “lo mejor es tomarnos unos días y analizar la situación”, y subrayó: “Tenemos un compromiso con nuestro electorado de mostrar claridad de hacia dónde queremos que vaya Juntos por el Cambio”.
Minutos después, desde el interior del Comité, Morales acusó a Bullrich de haber montado un “piquete” porque dos o tres personas se acercaron a la casa radical con pancartas contra Schiaretti, a quien apodaron “Skiaretti”.
Pero una de las cosas que más hizo enojar al jujeño fue la irrupción de los diputados Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) y Alberto Asseff (UNIR), dos aliados de Juntos por el Cambio que no forman parte de la “mesa chica” y que llegaron sorpresivamente para apoyar a Juez.
“Les pedí que se retiren porque fueron invitados por Patricia”, reveló Morales, al considerar que Bullrich urdió una maniobra para robustecer el veto a Schiaretti.
Los dos “outsiders” fueron los primeros en hablar en la reunión. “Nos va muy bien en Córdoba. Cualquier señal confusa hacia el electorado nos parece mal. Ya están definidas las reglas del juego”, sostuvo López Murphy, precandidato a jefe de Gobierno porteño.
Mientras transcurría el encuentro, la UCR cordobesa, encabezada por Marcos Carasso (precandidato a vicegobernador de Juez) firmó un documento rechazando la incorporación de Schiaretti e instruyendo a sus representantes a replicar esa postura en la Convención Nacional, que se reunirá el próximo 12 de junio.
Por otra parte, la Mesa Nacional tampoco resolvió la incorporación del precandidato presidencial José Luis Espert. Todos señalan al PRO, ante la versión de que Bullrich temería perder votos a manos del liberal. Morales advirtió que tanto él como Ferraro y Pichetto “no están de acuerdo en que se dilate esa decisión”.