El primer año de Javier Milei en el Congreso: saldo positivo y agenda dominada, con algunos límites

El presidente logró sancionar la Ley Bases, blindar dos vetos y dos DNU polémicos. También tumbó la Ficha Limpia y prorrogará el Presupuesto. En cambio, sufrió un revés con el decreto de la SIDE y no pudo nombrar a los jueces de la Corte ni privatizar Aerolíneas.

El primer año de Javier Milei en el Congreso: saldo positivo y agenda dominada, con algunos límites
El presidente Javier Milei cerró su primer año de gestión en el Congreso con saldo positivo (Foto: Presidencia)

Después de haber inaugurado su gestión de espaldas al Congreso, el presidente Javier Milei cerró su primer año de gestión legislativa con un saldo positivo: retuvo en buena medida el control de la agenda, frenó dos leyes que ponían en peligro su plan de déficit cero, blindó dos DNU polémicos y provocó quiebres en la oposición, que también le marcó algunos límites.

Un nivel de imagen positiva sostenido en el tiempo, combinado con negociaciones propias de la “casta” política y un amplio abanico opositor dispuesto a colaborar con el nuevo gobierno, le permitieron a Milei superar su primer año de mandato con logros impensados para una minoría de tan solo 39 diputados y 6 senadores.

En un Congreso donde Unión por la Patria se plantó como oposición intransigente, La Libertad Avanza contó con el aporte de la ex alianza Juntos por el Cambio, con el PRO como aliado más fiel y la UCR y la Coalición Cívica como socios circunstanciales, al igual que los bloques federales, que jugaron a ser el fiel de la balanza.

El próximo 10 de diciembre se cumple un año desde que Javier Milei asumió como presidente. (AP Foto/Natacha Pisarenko)
El próximo 10 de diciembre se cumple un año desde que Javier Milei asumió como presidente. (AP Foto/Natacha Pisarenko)

Milei denostó al Congreso, al que llamó “nido de ratas”, y buscó evadirlo siempre que pudo al modificar casi un centenar de normas mediante Decretos de Necesidad y Urgencia, lo que llevó aparte de la oposición a intentar modificar, sin éxito, la ley que regula los DNU para ponerle un límite a los “decretazos”.

Al mismo tiempo, el Gobierno logró dividir a los bloques opositores en casi todas las votaciones y hasta generó rupturas: Unión por la Patria y la UCR padecieron fugas de diputados que conformaron bloques propios, el PRO también tuvo una sangría y hasta La Libertad Avanza cambió su configuración. Los reacomodamientos políticos fueron constantes en la Cámara baja.

Luces y sombras

Desde que asumió Milei, la Cámara de Diputados, al mando de Martín Menem, se reunió 15 veces: 14 entre enero y noviembre para tratar proyectos, más una sesión informativa del jefe de Gabinete, Guillermo Francos. El Senado, donde la vicepresidenta Victoria Villarruel tuvo menos margen, realizó 11 sesiones (9 con temario legislativo más 2 informativas de Francos y su antecesor Nicolás Posse).

Entre el 10 de diciembre y el 30 de noviembre, el Congreso sancionó 44 leyes, de las cuales 31 fueron, llamativamente, tratados internacionales pendientes de anteriores gestiones. Según un análisis comparativo de la Fundación Directorio Legislativo sobre el primer año de mandato de cada presidente, con Cristina Kirchner se aprobaron 114 leyes; con Mauricio Macri, 97; y con Alberto Fernández, 64.

El gobierno de Milei se llevó su ansiada Ley Bases tras un debate que insumió la primera mitad del año y puso a prueba a todos por la cantidad y variedad de temas abordados. Fueron seis meses de marchas y contramarchas en una negociación desgastante donde la oposición impuso cambios, al limitar las facultades delegadas y recortar el listado de privatizaciones, así como capítulos enteros que fueron eliminados. La norma salió con unos 400 artículos menos que en su versión original.

Además de la Ley Bases y del paquete fiscal que la acompañó, el Congreso sancionó la Boleta Única de Papel (BUP), que cambiará de manera radical la forma de votación a nivel nacional; una ampliación del Registro Nacional de Datos Genéticos; y la declaración de la emergencia por los incendios en Córdoba, entre las principales normas.

Por otra parte, el oficialismo logró mantener vigente el DNU 70/23, con el que inauguró la desregulación económica a través de la modificación y derogación de una cantidad de leyes. El Senado lo rechazó en marzo por impulso de Unión por la Patria, pero en Diputados el bloque peronista/kirchnerista nunca pudo reunir los votos para terminar de voltearlo.

La otra gran conquista legislativa del Gobierno fue haber consolidado los vetos a las leyes de movilidad jubilatoria y presupuesto universitario, que ponían en riesgo el plan de déficit cero. Con el voto de un grupo de radicales y ausencias y abstenciones forzadas por gobernadores, La Libertad Avanza consiguió el tercio que necesitaba para que Diputados no insistiera con las leyes.

Además, el Gobierno logró su objetivo velado de prorrogar nuevamente el Presupuesto y ganar discrecionalidad en el manejo de partidas. Aunque Milei montó una presentación ambiciosa en el Congreso, el debate se estancó por reclamos de gobernadores que, según el presidente, ponían en peligro el equilibrio fiscal. La Rosada llevó los tiempos al límite y finalmente cerró las negociaciones y excluyó el tema de las sesiones extraordinarias. En ese camino, evitó que la oposición sancionara un proyecto propio.

La otra ley que el oficialismo tumbó en las sombras fue la Ficha Limpia impulsada por el PRO. Los libertarios bajaron la sesión con ausencias propias y ajenas para permitir que la expresidenta Cristina Kirchner sea candidata y poder polarizar en las elecciones del año próximo. El proyecto tampoco fue incluido en extraordinarias.

El golpe más duro que sufrió la administración mileísta fue la derogación, con ayuda parcial del PRO, del DNU 656/24, que adicionó $100.000 millones en fondos reservados para la Secretaría de Inteligencia (SIDE). Fue el primer decreto anulado en la historia desde que se sancionó la ley que los regula, en 2006.

En cambio, la oposición fracasó dos veces en su intento de rechazar en Diputados otro DNU, el 846/24, que le dio rienda suelta al Ministerio de Economía para canjear deuda sin aval parlamentario. El rol de los gobernadores, que cedieron frente a la Casa Rosada, fue clave para dejar sin quórum los dos intentos.

La designación de jueces en la Corte Suprema de Justicia fue otro de los tragos amargos para el Gobierno, que cierra el año sin haber podido nombrar a sus candidatos, Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Cuando crecía la versión de que Milei recurriría a los DNU, Unión por la Patria (que había abierto una puerta a la posibilidad de dar los dos tercios para Lijo y pretendía la otra vacante para una mujer) rechazó cualquier nombramiento por fuera del Senado.

Tampoco se lograron los votos para privatizar Aerolíneas Argentinas. La empresa había sido excluida de la Ley Bases y la Rosada reflotó la idea en medio del conflicto con gremios aeronáuticos. Aunque logró el dictamen de mayoría en comisiones, la iniciativa nunca llegó al recinto por las diferencias con bloques federales.

Los hitos de la gestión Milei en el Congreso

  • Sanción de la Ley Bases
  • Vetos firmes a las leyes de movilidad jubilatoria y presupuesto universitario
  • Prórroga del Presupuesto
  • Freno a la Ficha Limpia
  • Vigencia del DNU 70/23 (desregulación económica)
  • Sanción de la Boleta Única de Papel
  • Derogación del DNU 656/24 (fondos reservados de la SIDE)
  • Falta de nombramiento de jueces de la Corte Suprema de Justicia
  • Fracaso de la privatización de Aerolíneas Argentinas