El Gobierno nacional blanqueó lo que era un secreto a voces: la aprobación del Presupuesto nacional no está dentro de las prioridades y se siente más cómodo prorrogando nuevamente el de 2023 y asignando partidas a gusto.
“No tenemos urgencia para que el presupuesto sea aprobado. Creemos que sería un buen signo institucional que el Congreso de la Nación lo apruebe, pero si no lo hace, seguiremos con la prórroga del presupuesto actual”, afirmó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
En ese sentido, el funcionario confirmó que el Poder Ejecutivo no convocará a sesiones extraordinarias para el tratamiento de la ley de leyes, lo cual acota los tiempos y hace muy difícil su discusión parlamentaria.
Las sesiones ordinarias finalizan el 30 de noviembre y hasta el 20 de este mes se pueden firmar dictámenes. Al Ejecutivo aún le queda la facultad de prorrogar las sesiones ordinarias hasta el 31 de diciembre. En enero el Congreso nacional no tendría actividad.
La posición de Francos delata la intención de Gobierno de llegar a un tratamiento rápido y en conjunto, buscando que se alcancen los consensos necesarios previamente y que la votación en Diputados y Senadores sea con el menor intervalo posible.
Qué pasa si no se aprueba el Presupuesto 2025
En caso de no ser sancionado el presupuesto, Milei prorrogará el 2024 –que era la extensión del 2023- lo que significa que podrá decidir la forma en que distribuye las partidas a su gusto.
Por otro lado, este escenario le abre una oportunidad de disponer de recursos adicionales que generará la economía dado que para el año próximo se espera una recuperación de 5%, como mínimo.
Este es uno de los pocos puntos que incentiva a la oposición a dar el debate. En la discusión parlamentaria podría incluirse algún tipo de mecanismo para evitar que Milei maneje esos fondos a gusto, lo que no ocurrirá su no se sanciona la ley y hay una nueva prórroga.
Reunión con radicales
Tras la declaración matutina, que sin dudas condiciona las negociaciones, Francos acompañó a Milei en el almuerzo que mantuvo con gobernadores radicales.
El encuentro se prolongó por espacio de dos horas en la Casa Rosada y junto a Milei y Francos estuvieron el vicejefe del Interior Lisandro Catalán y la secretaría General de las Presidencia, Karina Milei.
Los gobernadores presentes fueron: Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes), Alfredo Cornejo (Mendoza), y Leandro Zdero (Chaco).
Si bien el tema presupuestario y la situación económica del país fue el eje central, también se tocó el malestar que produjo en el partido por las declaraciones de Milei que tildaron al expresidente, Raúl Alfonsín de “golpista”.
Los jefes provinciales buscaron bajarle el tono a la disputa y, aunque admitieron que plantearon el tema, excusaron parcialmente al presidente señalando que ensayó una disculpa.
Tanto en la reunión con los radicales, como en el anterior encuentro jefes provinciales del PRO, el Gobierno busca encontrar una fórmula que sintetice los requerimientos para que el presupuesto sea aprobado sin demasiadas fricciones por ambas cámaras.
Las peticiones de los jefes radicales no fueron muy distintas a las de sus colegas “amarillos”: cómo se generarán más fondos, el traspaso de áreas y su financiamiento y, en especial, el manejo de la obra pública, algo que resulta de suma trascendencia para un año electoral.
“Hablamos del desarrollo de la logística que necesita el país y de lo atado que está a que crezca la economía genuinamente y funcione el plan de estabilización”, señaló Cornejo al término del encuentro.
Luego de los cortocircuitos políticos que eyectaron a su amigo Nicolás Posse de la jefatura de Gabinete, Milei tomó la decisión de encabezar la agenda política.
En este caso buscó detallarles a los gobernadores los motivos del diseño de presupuesto que presentó al Parlamento con la base de equilibrio presupuestario y las razones por las cuales requiere el apoyo legislativo.
Quiere dejar en claro repitiendo una y otra vez que no hará ningún tipo de concesión y que en caso que se pretenda otra distribución de fondos debe hacerse con la compensación correspondiente.
A partir de ahora resta determinar la decisión política que tomarán los mandatarios radicales que si bien manejan un número importante de diputados y senadores, se ven acotados en su margen de acción por la división que enfrenta el partido.
En lo que respecta a la agenda parlamentaria, el jueves se presentará ante la Comisión de Presupuesto de Diputados la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano.
El presupuesto previsto para el área es de $ 5,2 billones, es un alza de 6% respecto del 2023, contra el 18% de inflación prevista. El recorte está en línea con la baja general que se dispuso para todas las partidas.