El abogado de Cristina Kirchner, Carlos Beraldi, se presentó ante la Cámara Federal de Casación, máximo tribunal penal, para que evalúe la continuidad de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola y los jueces Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Gorini en la causa Vialidad pero el pedido fue rechazado.
Para tomar su decisión, los camaristas Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Javier Carbajo indicaron que el planteo de la vicepresidenta “no ha logrado demostrar, ni se advierte en el estado actual del proceso, la existencia de un perjuicio de imposible o tardía reparación ulterior o una cuestión federal debidamente fundada que permita” hacer lugar al reclamo.
A su vez, la Sala IV de la Cámara de Casación entendió que no se ha “logrado demostrar la arbitrariedad de los fundamentos expuestos en la resolución” a través de la cual el TOF 2 rechazó la solicitud de apartamiento.
El escrito presentado por la funcionaroa hablaba de “un temor de parcialidad” basado en que los magistrados, el fiscal Luciani y el juez Giménez Uriburu compartieron un equipo de fútbol llamado La Liverpool, que tuvo encuentros en la cancha de la quinta Los Abrojos, de la familia Macri.
“El fiscal Mola mantenía reuniones en la propia Casa de Gobierno -en donde tenían sus despachos los principales actores de la Mesa Judicial de Macri-, en la sede de la AFI -desde donde se articulaban maniobras de espionaje ilegal en contra de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner- y en el Ministerio de Seguridad de la Nación, nada menos que con Patricia Bullrich, denunciante de este proceso”, argumentaron.
Sin embargo, el detalle presentado no fue suficiente para el máximo tribunal penal que avaló la decisión adoptada por los fiscales como por los jueces del Tribunal. Además indicaron que no contenían causales de recusación y fueron parte de una campaña oficialista contra el juicio y los funcionarios del Poder Judicial que intervienen en el mismo.
“¿Qué hubiese sucedido si se hubiesen dado a conocer fotografías en las cuales los miembros del Tribunal hubiesen aparecido jugando al fútbol con las personas que están siendo juzgadas en este proceso? Sin lugar a dudas, estaríamos en presencia no sólo de un escándalo nacional, sino también ante la inmediata promoción de una causa penal y de un juicio político en contra del juez que habría desarrollado tal conducta”, subrayó la defensa.
Y continuaba: “En el presente caso se encuentra lesionada de una manera intolerable la garantía del juez imparcial y, de igual manera, vulnerado el principio de objetividad y respeto de la legalidad que debe regir la actuación de todos los fiscales”.
Qué dijo Luciana sobre el pedido de Cristina Kirchner
Ante las acusaciones, Luciani aseguró que “no integra más ese equipo de fútbol desde antes que empezó el juicio”, es decir, hace tres años atrás y que el motivo manifestado “no es una causal de recusación”. “Sería motivo de recusación si jugara con un imputado o un querellante, pero no un juez”, señaló..
“No es casual que desde que empezaron los alegatos buscaron desacreditarnos desde ciertos sectores mediáticos con mentiras, porque buscan debilitarme psicológicamente, han querido desprestigiar nuestra tarea profesional hablando de cosas personales”, enfatizó.
Y agregó: “No tengo ninguna vinculación con el anterior presidente, ni tengo aspiraciones políticas ni partidarias. Trabajo ante el Tribunal hace nueve años y nunca fui recusado en toda mi carrera, no se configuró ninguna causal de recusación”.
A su vez, Mola sostuvo: “Hay mala fe detrás de este planteo y se advierte también en la repetición de falsedades. Buscan desprestigiar mintiendo, hablan de una reunión con el supuesto abogado de un narcotraficante y fue una comida que organizó Gómez Alcorta (Elizabeth, exministra de Mujeres y Diversidad) en su casa para todo el equipo de trabajo pero ni siquiera fui a esa comida y dijeron que me reuní a comer con el abogado de un narcotraficante”.
Las explicaciones de los jueces
Beraldi sostuvo que “el juez Gorini y el juez Giménez Uriburu también visitaban a Patricia Bullrich, incluso cuando ya tenían a su conocimiento las presentes actuaciones”.
Gorini explicó que se reunió con la presidenta del PRO tras la difusión de “las fotografías del exvicepresidente (por Amado Boudou) en pijama”. “Ya habíamos emitido la condena en el caso de la Tragedia de Once y pedimos la reunión para garantizar que eso no ocurriera en las detenciones que en ese caso iba a darse”, afirmó.
También señaló que le había pedido a Bullrich una ampliación de su custodia porque había recibido amenazas de muerte por el caso de la Tragedia de Once.